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Paco Belmonte, el pasado martes, en la nueva zona VIP del Cartagonova. J. M. RODRÍGUEZ / AGM
Paco Belmonte: «He puesto 1,6 millones desde que llegué»

Paco Belmonte: «He puesto 1,6 millones desde que llegué»

«El proyecto no tiene fecha de caducidad, pero los esfuerzos desgastan. Nos ofrecen 18 millones por el club si subimos a Segunda, pero no está en venta», el dueño y presidente del FC Cartagena

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Sábado, 6 de octubre 2018, 12:46

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Con la barba «más larga que nunca» y aparentemente más calmado que en anteriores encuentros, como si aquel Paco Belmonte (Murcia, 1977) que llegó a Cartagena hace tres años y medio con ganas de comerse el mundo, ahora, después de dos enormes cornadas, se conforma con que el mundo no se lo coma a él. Al periodista le costó un par de meses que el dueño, presidente y director deportivo del Efesé le concediera esta entrevista, pero por fin sale el sol en Benipila. Y ya sabemos que cuando las nubes se alejan, todo fluye mejor. Eso también forma parte del juego. Desde diciembre no se sometía al pregunta-respuesta de 'La Verdad'. Son 41 minutos de fluida conversación, en los que el entrevistado va de menos a más, huye del tópico, no se guarda nada y eleva el tono cuando llegan las cuestiones más delicadas.

-Siempre digo que este club respira al ritmo de su presidente. ¿Cómo se encuentra? Me refiero a su moral, sus fuerzas y su ilusión.

-A tope. Cuesta mirar hacia atrás, como nos cuesta a todos. Pero ya está. Hemos cambiado 17 futbolistas y al cuerpo técnico. Y hay que tener paciencia. También opino que en los partidos que hemos visto en el Cartagonova no hemos merecido perder ni una solo vez. Y digo más: hacía mucho tiempo que no veíamos una primera parte tan buena como la del día del UCAM. Nuestra plantilla es de las mejores del grupo y sé que vamos a pelear por todo. Munúa y Monteagudo tienen puntos en común, pero el camino para llegar a esos puntos es diferente. Y los jugadores se están acoplando a lo que pide el nuevo entrenador.

-¿Se puso nervioso al ver el horroroso primer mes de su equipo?

-Queda prepotente decir que no. Pero es la verdad. Y queda prepotente decir que incluso sabíamos que nos podía ocurrir algo así. Mi pregunta es otra: ¿qué hubiera pasado si seguimos con Alberto Monteagudo y empezamos como hemos empezado? La presión hubiera sido mucho mayor y a lo mejor hubiéramos tenido que tomar alguna decisión. Nosotros tenemos nuestra línea y ya la conoce todo el mundo. Creemos mucho en el camino y en el proceso. Sabemos a dónde queremos llegar y nos gusta que el entrenador pueda trabajar cómodo, mirando el largo plazo. El proyecto no se va a ir al traste un 15 de septiembre. Nos definimos por la tranquilidad y por tener las pulsaciones bajas a la hora de activar la toma de decisiones. Y así vamos a seguir.

-¿Por qué eligió a Munúa?

-Está claro que hablamos con otros técnicos antes que con él. Buscábamos a un entrenador con ganas de seguir creciendo, con ilusión y con la garantía de que nuestro modelo de juego, el que tenemos desde el primer día, no se iba a modificar. En Nacional de Montevideo, Munúa ganaba diez veces más que aquí. Hablamos con él varias veces y cada vez nos gustaba más lo que nos contaba. Nos sentamos a negociar el contrato y nos dimos cuenta que el dinero era absolutamente secundario para él. Es una persona que se deja a su familia en Uruguay y empieza desde abajo, porque quiere hacer carrera en España. Nos gusta mucho, está muy implicado, es de nuestra generación y hablamos el mismo idioma, más allá de que es un entrenador que tiene sus particularidades. Es distinto a los que hemos tenido anteriormente. Su punto de vista nos va a hacer crecer como club y estamos muy contentos con su trabajo.

-El equipo no está en Segunda por 20 segundos. Sin embargo, este verano la plantilla ha sufrido más cambios que nunca. ¿Por qué este año no se ha mantenido la base?

-Es un compendio de cosas. Anímicamente había jugadores que no estaban prepaparados para continuar. Hay gente que directamente ha decidido no seguir por el aspecto psicológico. Luego, en el caso de Chavero y Hugo, sabíamos que se iban a marchar. Pero queríamos marcar nosotros los tiempos. Al final, hemos sacado un dinero importante en traspasos y lo hemos utilizado en darle un plus a la nueva plantilla. En esta remodelación del equipo ha pesado más lo mental que lo futbolístico. Había gente muy válida. De hecho, el 70% de la plantilla tenía contrato en Segunda. Y que no sigan aquí muchos de ellos puede resultar contradictorio. No ponemos en duda su valía, pero entendemos que iba a ser imposible que rindieran del mismo modo tras lo que pasó en el 'playoff'. Es similar a lo de Alberto Monteagudo. Es un entrenador perfectamente válido, pero había que separar los caminos y poner un punto y aparte.

«El dinero es secundario para él y su punto de vista nos va a hacer crecer. Estamos muy contentos»

lA ELECCIÓN DE MUNÚA

-Me detengo en el caso de Chavero. Se portaron ustedes con él de maravilla durante la pasada campaña, en lo profesional y en lo personal. Por momentos, parecieron más una ONG que un club de fútbol. ¿Su traumática marcha le hace replantearse las cosas? ¿Actuaría del mismo modo si surge un caso igual dentro de dos meses?

-Un caso así te hace replanteártelo todo. Claro que sí. La actitud de determinados futbolistas o de personas del entorno del fútbol a veces te hace replantearte si seguir o no. Porque entiendes que no merece la pena. Nosotros rechazamos los tópicos de que al futbolista hay que tratarlo de un modo distinto que al resto de trabajadores. Pienso que si en mi empresa de periodismo, cuando ejercía, me trataban con cariño, al futbolista hay que tratarlo igual. El caso de Chavero es un ejemplo. Nosotros le tratamos con cariño y cercanía, como debe ser. Pero acabó la temporada y lo veíamos claro desde el primer momento. Él tenía un interés de seguir mejorando.

- ¿Solo económicamente?

- Sí, claro. Todo lo que contó es cierto, pero también es relativo. Él tenía un interés personal, pero también económico. Chavero ha mirado por él. Y lo respeto. El míster insistió con él y yo quise que se quedara, sabiendo que no se iba a quedar. Entiendo que la afición se vea damnificada porque a Chavero le dio mucho cariño. Al final, te sientes mal. Nos hemos portado bien con Chavero, pero eso no sirvió de nada. Esto es fútbol. Siempre digo que este deporte es una mentira que los futbolistas a veces convierten en verdad. Y en otras ocasiones es una verdad que los futbolistas convierten en mentira con determinadas actitudes. Y eso te machaca mentalmente. Te pasas diez meses cuidando a alguien y al final, cuando tiene que decidir, él va por otro lado. Es jodido de aceptar.

-¿Qué recuerda de los minutos y horas posteriores al fatídico partido de Majadahonda?

-Todo el mundo dice que allí, en el Cerro del Espino, estuve muy entero, animando a la gente y buscando recuperar a jugadores y técnicos desde el minuto 1. Pero llegó el momento en el que se me vino todo abajo. Fue al llegar a mi casa y cruzar la puerta. Pensaba llegar aquí con una alegría de la leche y fue todo lo contrario. Vinieron unos días de bajón, pero me agarré a que este equipo no iba a perder dos eliminatorias. Fue muy duro, claro. Me jodía por toda la gente que había enfrente, por Monteagudo y por algunos jugadores. Me jodía mirar al frente y ver una gran mancha blanquinegra rota por el dolor. No pensaba en mí, sinceramente. Ni tampoco en el salto que daba el proyecto ascendiendo. Me fijaba en la afición. Era desolador ver a la gente saliendo del campo, uno a uno, llorando. Nunca tuve la sensación de fracaso, pero sí de injusticia. El proyecto merecía ascender en Majadahona, pero lo que toca ahora es volver a ilusionar a todo el mundo y lograr que este Cartagena vuelva a estar en lo más alto esta temporada.

« Me ha dejado dinero. Y yo a él. Quien diga que soy su testaferro, es un iluso o un inepto. El club es mío»

FELIPE MORENO

-Para muchos seguidores, aquello y lo del Extremadura fue demasiado y han abandonado. Sin embargo, este verano el club ha superado la barrera de los 7.000 abonados. ¿Cómo se explica esto?

-La gente experimentó dos veces seguidas la sensación de dolor. De dolor profundo. Pero la afición de hoy en día del Cartagena, que cada vez es más joven, tiene orgullo y se levanta. Cree en lo que ve. Y la gente no desiste. Hay patrocinadores que este año aportan el doble que el año pasado. Y muchos, nada más pitar el árbitro contra el Extremadura, vinieron hacia mi y me dijeron que este año renovaban y que íbamos a terminar llegando juntos a Segunda. ¿Qué tiene este proyecto? ¿Por qué somos más de 7.000? Yo creo que la clave está en que todos coincidimos en que por este camino al final llegará el ascenso. Hay un ADN blanquinegro que se rebela a dejar pasar esta oportunidad y que sabe que el club está estabilizado en lo económico, en lo social y en lo deportivo. El mensaje de continuidad y paciencia es compartido por la afición.

-¿Pasamos página, entonces?

-O te paras o sigues. No hay otra. ¿Qué hacemos? ¿Una plantilla de 500.000 euros para ser octavos? ¿No buscamos superar los 500.000 euros del año pasado de ingresos por patrocinios? Ni mucho menos. Te recompones y sigues. El fútbol no tiene memoria. Por ejemplo, muchas veces intento ponerme en la cabeza de Míchel Zabaco. ¿Qué pasará por su cabeza? Un tío asentado y feliz con su mujer y sus dos hijos en Cartagena. Con un contrato de dos años y un buen dinero si subíamos. Y ahora, por todo aquello, muy lejos. Él fue uno de los que salió rápido, porque entendió que era imposible seguir, por el recuerdo de Majadahonda.

-¿Intentaron, de algún modo, amañar el partido contra el Extremadura o el de Majadahonda?

-No. Tres meses después, ni me han llamado a declarar ni me ha llegado ninguna denuncia. Ni me ha llamado la Policía ni sabemos qué aparece en el atestado. Era un plan que estaba hilvanado por si el Extremadura no ascendía. Y se le fue de las manos, porque tras ascender ellos no querían que el tema se publicara. Lo tengo clarísimo. En breve vamos a tener noticias policiales y evidentemente todo esto va a quedar en nada. Porque no hubo nada. Pero aquello hizo daño. E impacta. Porque un buen día aparece mi cara al lado de un capo de la droga, en un 'bajan' situado al lado del editorial del 'ABC'. Te lo tomas a risa, pero es que al final hay que tomárselo en serio. Vas a Google y tecleas mi nombre y aparece vinculado a unos amaños que no existieron. Por eso, vamos a ir contra el Extremadura y contra su presidente. El día 16 tenemos el acto de conciliación con el 'ABC'. Y esperamos fecha para el de 'El Mundo'. Esto no puede quedar así. No lo voy a consentir.

«Te pasas diez meses cuidando a alguien y al final, cuando tiene que decidir, va por otro lado»

cASO CHAVERO

-¿Y por qué se reunieron Juan Sabas y Felipe Moreno en Leganés unos días antes del partido?

-Cuando hablo con Felipe [Moreno] del tema de la reunión con Sabas se descojona. Es cómico. Se ríe, pero entre comillas, como yo. Porque le duele que el Leganés, que es un club ejemplar, se vea salpicado por esta invención. En esta sociedad, el que no hace nada es el que tiene que defenderse. Un día estás en tu casa a la una de la madrugada y el móvil, de repente, te arde, porque alguien está acusándote con falsedades.

-Habla de un plan. ¿De quién?

-Detrás de todo está Luis Oliver [gestor en la sombra del Extremadura]. Lo tengo clarísimo. Contaron esta película antes de ascender, por si no subían, y se les descontroló. Está claro que viene de Oliver y lo vamos a ver en breve. Y luego es que todo es una locura. Sería la primera vez en la historia del fútbol que se compra a un entrenador. ¿Qué iba a hacer Sabas? ¿Sacar a los juveniles?

-¿Le molesta que digan que es usted el testaferro de Felipe Moreno, dueño del Leganés? ¿Que el que manda realmente en el Efesé es él?

-Me fastidia, pero no me afecta lo más mínimo. Si después de cuatro años demostrando lo que estamos demostrando en el Cartagena, con claridad, transparencia y limpieza, alguien dice eso de mí, es un iluso, un inepto o un subnormal, con todo el respeto para los subnormales.

-Termino con lo de Felipe Moreno. ¿Las cantidades que él ha puesto en el Cartagena tendrán que ser devueltas? ¿Hay algún acuerdo privado entre ustedes dos?

-Él me ha dejado dinero cuando lo he necesitado. Y yo también le he dejado a él. Pero siempre en una relación entre amigos. El club no le debe nada a Felipe Moreno. Ni yo tampoco le tengo que devolver nada porque haya puesto dinero en el Cartagena. Ahí están las cuentas presentadas, muy claras. Si el club debe dinero a alguien, es a Paco Belmonte, que es la persona que ha realizado las aportaciones económicas en todo el tiempo que llevamos aquí.

-¿Cuánto ha puesto?

-Alrededor de 1,6 millones de euros.

«Detrás de todo está Luis Oliver y se verá en breve. Evidentemente, todo esto va a quedar en nada»

dENUNCIA DEL EXTREMADURA

-¿Lo reclamará cuando se vaya?

-El 100% de las acciones son mías y si vendo el club, me llevaré el dinero de la venta. Pero yo no voy a reclamar ese dinero que he puesto.

-¿Tiene ofertas? ¿Se lo quieren comprar de nuevo?

-Sí. En su momento rechazamos una oferta de 6 millones de euros en Segunda B. Y hemos recibido una oferta para firmar ya los documentos de una venta por 18 millones en el caso de ascenso a Segunda. Hemos dicho que no. El club no está en venta.

-¿Por qué no conocemos su sueldo ni el de Manuel Sánchez Breis?

-Esto es una entidad privada y me parece curioso que esta sea la preocupación de algunos. Somos transparentes al 100%, pero no es necesario decir lo que ganamos. Si un mes quiero ganar 5.000 euros, los puedo ganar. Y si al siguiente quiero ganar 20.000, pues también. Esto lo he hecho grande yo, con mi esfuerzo, mi dinero y mi trabajo. Cuando llegué, el club debía 5,5 millones y facturaba 48.000 euros en publicidad. Ahora, no debe nada y factura 540.000 euros en patrocinios. Yo no tengo 20 propiedades más desde que vine. Ni Belmonte ni Sánchez Breis se están lucrando con el Cartagena. Solo faltaba que nos tuviéramos que defender de esto. Me sorprende que haya tanta gente preocupada por nuestro sueldo. Ojalá subamos a Segunda y lo podamos colgar en el portal de transparencia de la LFP.

-¿Tiene fecha de caducidad su proyecto en el Efesé?

-No hay fecha de caducidad, pero los esfuerzos desgastan. Tener tanto respaldo social e institucional, no obstante, te da vida. Esa fuerza todavía la tenemos. Es más la ilusión de hacer algo grande que los palos que nos hemos llevado. No ha llegado el momento de hacer un proyecto conservador ni de pensar en recuperar dinero, que sería perfectamente lícito. Al final, este año hemos puesto más dinero y el presupuesto es más alto. Si a final de temporada no ascendemos, no sé si esa fuerza seguirá. Pero ahora mismo te diría que sí. Se me caería la cara de vergüenza acercarme a un patrocinador y decirle que he vendido el club.

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