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Sagarduy y Palomeque dando una rueda de prensa en la cafetería del estadio Cartagonova, en mayo de 1995.
¿Un descenso provocado?
HISTORIAS EN BLANCO Y NEGRO

¿Un descenso provocado?

En 1995, directivos del Isla Cristina denunciaron que el Lorca pagó 20 millones de pesetas a la gestora del Cartagena a cambio de darle su plaza en Segunda B

Francisco J. Moya

Domingo, 22 de febrero 2015, 23:56

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El asunto fue turbio y nunca quedó demasiado claro. Durante la primera quincena del mes de agosto de 1995 se escribieron páginas y páginas de periódico y se consumieron un montón de minutos de programas de radio, con la idea de averiguar qué había pasado en el caso del descenso administrativo a Tercera División del Efesé, ocurrido el 1 de agosto de 1995. Dos meses antes, en aquel histórico partido por la permanencia jugado en Cuenca ante el Casetas, el Efesé que entrenaba Antonio Pedreño se había salvado gracias a un gol del gallego Antonio. Pero de nada le sirvió aquella victoria en el campo. Luego, bajó en los despachos.

Había que pagar 50 millones de pesetas a los futbolistas de aquella plantilla albinegra 94-95. Y durante la tarde del 31 de julio, parecía que todo estaba bien encauzado, después de que la junta gestora que presidía Francisco Villaescusa lograra una moratoria de 24 horas para reunir esa cantidad y poder lograr que desaparecieran todas las denuncias que los jugadores tenían puestas en la AFE.

José Luis Morga, entonces presidente de la federación murciana, medió para que González Movilla, jefe del sindicato de futbolistas, echara un cable a la gestora de Villaescusa, y le diera un día más de plazo, para que Cajamurcia le concediera un préstamo de 50 millones de pesetas. Así, el 1 de agosto se pagaría a los jugadores y el día 2 se confirmaría que el Efesé competiría un año más en Segunda B.

Casi sobre la bocina, César Gálvez, Manolo, Almagro, Palomeque, Alfonso y Sagarduy pasaron por las oficinas del Cartagonova a negociar con Villaescusa y Antonio Pedreño, algo más que un simple entrenador en aquel Efesé. Y todos perdonaron buenas cantidades de dinero, con el fin de que el club no descendiera aquella tarde del 31 de julio. Hubo menos suerte con Antonio, Narciso, Peri y Juanma, que se negaron a dejar de cobrar parte del dinero que les correspondía por contrato. No obstante, la gestora aseguró que tenía la solución: Villaescusa y sus socios avalarían el préstamo, que además sería pignorado con otros ingresos, como los recibos pagados por los abonados, lo que entrara por publicidad y lo que diera el bingo del club.

El préstamo no llega

Pero al día siguiente, cuando parecía que todo estaba resuelto, llegó el drama: la gestora no pudo avalar ese préstamo y Cajamurcia dijo 'no'. El Ayuntamiento de Cartagena, consciente de que el Cartagonova FC de Florentino Manzano estaba a punto de ponerse en marcha, miró para otro lado y permitió que el viejo Efesé, que arrastraba ya una deuda de 700 millones de pesetas, cayera a Tercera División. La Federación Murciana, por su parte, se volcó en asegurar la continuidad del Real Murcia en Tercera (aparecieron 38 millones de pesetas para que el club de la capital no bajara a Preferente) y se desentendió de lo que sucedía finalmente en Cartagena.

El descenso del Efesé conllevó el ascenso en los despachos del Lorca CF, que esa temporada iba a ser entrenado por José Carlos Trasante. Se habló de que esa plaza del Cartagena debía ser para el Isla Cristina o para el Gandía, pero la Federación Española decidió adjudicársela al club lorquino, ya que la campaña anterior había sido el mejor equipo murciano de Tercera.

Y el escándalo llegó después de que la directiva del Isla Cristina denunciara que directivos del Lorca CF pagaron 20 millones de pesetas a los del Cartagena, para que finalmente no sacaran ese préstamo y la plaza de Segunda B fuera de Cartagena a Lorca. Y, con esos 20 millones que supuestamente venían de Lorca, Villaescusa y Pedreño montarían aquí un equipo en Tercera, tras el descenso administrativo del Cartagena. Todo muy turbio.

La denuncia la hizo Patrocinio Camacho, entonces portavoz del Isla Cristina, club que reclamaba la plaza que dejaba vacante en Segunda B el Cartagena. «La operación se ha hecho en Murcia, a través de un representante de jugadores y con el visto bueno de la federación. El Cartagena ha recibido una buena cantidad de dinero [se habló de 20 millones de pesetas] para poder salir en Tercera, y así la federación murciana se asegura dos equipos de Murcia en Segunda B [Yeclano y Lorca] y el Murcia y el Cartagena se quedan en su grupo de Tercera. Hemos denunciado el caso en Madrid», aseguró Camacho en 'La Verdad' el 9 de agosto de aquel 1995.

«Es mentira»

Todas estas acusaciones fueron rechazadas, tanto en Cartagena como en Lorca. «Es mentira», dijo Villaescusa. Pero la verdad es que la mancha de la sospecha siempre quedó. El Lorca se reforzó a toda marcha para poder competir dignamente en Segunda B. Y en el Cartagena, siguieron al frente Villaescusa y sus socios. Y Antonio Pedreño continuó en el banquillo. Perdió a los mejores jugadores que tenía en la plantilla, aunque se reforzó muy bien durante ese mes de agosto.

Con un presupuesto de 35 millones de pesetas y 500 abonados, el Efesé se puso en marcha y realizó una muy buena pretemporada, ganando al Murcia en la Carabela de Plata. Llegaron Priego, Rojo, Gestoso, Toto, Luisber, Da Silva, Eugenio y Trino. Se quedaron en la plantilla César Gálvez, Alfonso, Linares, Jesús y Juanma, entre otros.

En esa campaña 95-96 coincidieron tres equipos cartageneros. El Efesé compitió en Tercera. El Efesé Unión de Belda, en Preferente. Y el Cartagonova FC, también debutó en Preferente. El Efesé de Pedreño acabó la Liga en segunda posición en el grupo XIII de Tercera División y se jugó el ascenso en junio de 1996 en Lliria. Allí fue humillado por el equipo local (6-0), ya con Andrés Bolarín de presidente. Y allí se aceleró un proceso de autodestrucción iniciado unos años antes, tras la marcha del presidente Belda, y que culminó en octubre de ese año 96 con la muerte del primer equipo. Al menos, las bases se mantuvieron gracias a la intervención de José Gómez Meseguer.

Por su parte, el Lorca CF vivió un año muy complicado en Segunda B. Solo ganó seis partidos en toda la Liga, sumó 28 puntos, acabó penúltimo aquel campeonato 95-96 dentro del grupo IV (solo el Utrera fue peor que los lorquinos) y su aventura en la división de bronce, iniciada en los despachos, solo duró una temporada.

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