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El uruguayo Yonatthan Rak, en el medio de un rombo durante un entrenamiento del Cartagena en La Manga Club, el pasado mes de julio.
Rak y Hernández, tampoco en enero

Rak y Hernández, tampoco en enero

Los dos defensas uruguayos no reforzarán la plantilla del Efesé porque no pueden ser dados de alta por el club

Francisco J. Moya

Viernes, 12 de diciembre 2014, 00:44

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Se veía venir. Primero se supo que el meta Emiliano Denis y el delantero Martín Boselli no regresarían al Efesé, ya que su actual club, el Fénix uruguayo, los había atado hasta junio de 2015. Ahora, fuentes del propio club cartagenero confirman que tampoco volverán los defensas Yonatthan Rak y Roberto Hernández, los otros dos jóvenes futbolistas uruguayos que hicieron toda la pretemporada a las órdenes de Julio Ribas en el Cartagena, y que, en principio, iban a regresar este mes de diciembre. Era era la idea de Ribas. Y de Manzano. Pero eso no va a suceder. Hay problemas. No van a venir.

La empresa Sofinvest International Football, la que impuso su contratación y tiene derecho (por contrato) a elegir a los seis sub 23 que debe haber en la primera plantilla albinegra, ya sabe que Rak y Hernández no podrán regresar y que no reforzarán el plantel del Cartagena en la segunda vuelta. Obviamente, en Sofinvest están molestos con esta situación, ya que su dueño (el italiano Sergio Sofía) puso 200.000 euros el pasado verano a cambio de dos cosas: que Julio Ribas fuera el entrenador y que los cuatro sub 23 uruguayos que vinieron de la mano del mánager tuvieran ficha con el primer equipo.

Lo primero se está cumpliendo a medias. Ribas es el que manda, hace las alineaciones y tiene todo el poder en el cuerpo técnico. Eso es indiscutible. Pero no puede sentarse en el banquillo, no ha logrado la titulación necesaria para ello y está en una situación muy incómoda. Obviamente, no es lo que Sofinvest quería. La imagen de Ribas, en vez de revalorizarse, se está depauperando. Tanto que el club anunció ya varias semanas que contrataría a un nuevo entrenador y que, salvo sorpresa mayúscula, estos dos partidos que restan antes del parón navideño (ante Betis B y Real Jaén) serán los últimos en los que Simón Ruiz le pondrá el carné a Ribas.

Movimiento obligado

Lo normal es que en la salida a La Roda (4 de enero) haya ya un nuevo entrenador en el banquillo del Efesé. Y si el técnico que llega no contenta a Ribas y a Sofinvest, habrá problemas y tensiones. Eso es evidente. En cualquier caso, los uruguayos saben que esta situación es insostenible (el equipo está a tres puntos del descenso) y que la presión de la grada del Cartagonova irá en aumento cada semana. La llegada de un entrenador es obligatoria.

Lo segundo, el utilizar al Cartagena como escaparate para jóvenes jugadores uruguayos que quieren hacer una carrera importante en Europa, es un objetivo imposible para Sofinvest International Football. Al menos, durante esta temporada. El Cartagena, por culpa de las deudas que tiene con la Seguridad Social y debido a su actual situación de parálisis financiera por el tema del preconcurso de acreedores, no puede contratar a trabajadores extranjeros. Rak y Hernández lo son. Y, por tanto, no pueden tener un contrato laboral con el Efesé. Por eso, tuvieron que irse en agosto. Y, por eso, no pueden volver ahora.

En el Cartagena prometieron a Ribas, Golpe y compañía que durante estos meses se arreglaría el asunto y que, sin ningún problema, Rak y Hernández volverían en diciembre. Y lo que se intentó en verano (darlos de alta con ficha del filial para burlar el estricto control de la Seguridad Social y que pudieran jugar con el Cartagena) ni siquiera ha vuelto a plantearse en las últimas semanas. Porque en la directiva del CD Algar no quieren problemas. Ya se lo advirtieron el pasado verano a Florentino Manzano. Los de El Algar no han pedido dinero ni contraprestaciones de ningún tipo por ser este año el conjunto filial del Efesé. Pero tampoco quieren líos, ni económicos ni federativos. Y, por eso, ambas entidades tienen la relación justa y necesaria, pero cada una por su lado.

De este modo, Rak y Hernández, dos centrales que en verano demostraron que son muy aprovechables para la Segunda B española, continuarán en el Miramar Misiones, de la Segunda uruguaya. Y el meta Denis y el delantero Boselli, quienes en octubre ya advirtieron que no volverían a España, continuarán hasta el mes de junio en Fénix, de la Primera charrúa.

Ahora, está por ver si la empresa que trajo a estos chicos, la uruguaya Global Business Group (dirigida por el padre de Boselli), propone o no la contratación de otros sub 23 en este mercado de invierno que se abrirá dentro de tres semanas. Por contrato, Sofinvest tiene la potestad de fichar a seis jugadores menores de 23 años. El inconveniente es que, por la situación económica del Cartagena, los que vengan no pueden ser extranjeros. Y en la cartera de futbolistas de Daniel Golpe, el hombre fuerte de Sofinvest, apenas hay jóvenes jugadores nacidos en España.

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