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Prosi ayuda a levantarse a Gato, en los minutos finales.
Otra cara, otro punto

Otra cara, otro punto

El Cartagena sigue empatando, aunque al menos reacciona tras estar de nuevo a merced del UCAM durante toda la primera mitad

FRANCISCO J. MOYA

Domingo, 7 de septiembre 2014, 23:22

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El Cartagena se ha convertido en el rey del empate este verano. En este inicio de Liga, los muchachos de Ribas van de puntito en puntito, sin ser desbordados por nadie, desde luego. Pero tampoco son capaces de tumbar a ningún rival. Han jugado con dos recién ascendidos en su campo y ambos le han tuteado, han pisado más veces el área que el equipo local y han dispuesto de más oportunidades. En su única salida, el filial del Granada pudo aplastar al Efesé. No lo hizo. Así las cosas, habrá que dar por buenos los tres puntos que hasta el momento suma el cuadro albinegro. Eso, y rezar para que la leve mejoría que evidenció el conjunto de Ribas en el primer tramo del segundo tiempo de anoche vaya a más en las próximas jornadas. Confiemos, pues.

El UCAM volvió a ser mucho mejor en los primeros 45 minutos, como ya sucedió el pasado miércoles cuando los murcianos dejaron fuera de la Copa del Rey a los cartageneros. El equipo de Eloy Jiménez, con un Checa Imperial en la medular y cuatro mediapuntas asociándose con calidad y sin descanso, volvió a demostrar que es un bloque trabajado, con las ideas muy claras y que sabe a lo que juega. Le falta gol, por supuesto. Es lo que le pasa al 90% de los equipos de Segunda B. Pero tiene un plan. Un buen plan.

Además, anoche jugaron ocho futbolistas que el miércoles habían estado en el banquillo o en la grada. En cambio, en el Cartagena solo hubo un cambio, obligado además por las molestias de Carlos Martínez. Entró por él Migue García, quien curiosamente fue el jugador más destacado del cuadro local. Regateó, encaró, fue vertical y quiso hacer daño a Góngora, un notable lateral zurdo de la categoría.

Los visitantes, por tanto, estaban más frescos. Y eso también se notó. La diferencia fue mayor hasta el descanso. Las fuerzas se igualaron tras el paso por los vestuarios, cuando los medios del Cartagena empezaron a morder como hasta el momento no lo habían hecho en esta temporada. Hasta Jorge Luque robaba balones en esos primeros minutos del segundo tiempo, en los que Sergio Jiménez y Migue García dispusieron de buenas ocasiones para marcar el gol de la victoria.

Antes de eso, lo que pasó fue que el Cartagena volvió a ser un conjunto larguísimo, con las líneas muy separadas y sin ningún patrón de juego definido. Pallarés, Gato, Migue y Luque apretaban cerca del área visitante. Por su parte, la línea de cuatro del Cartagena estaba muy cerca de Limones, casi al borde del área local. Las distancias eran enormes y, por mucho que Sergio Jiménez y Prosi corrieran, los cinco medios del UCAM jugaban a placer. Los del Cartagena siempre llegaban tarde, como el pasado miércoles.

Con ese panorama, pasó lo que tenía que pasar. Limones tuvo que empezar a emplearse a fondo. La primera vez que intervino, en un centro sin fuste de Nono que le llegó a las manos, la grada murmulló. La herida del miércoles estaba sin cicatrizar. El meta de Daimiel le echó mercromina más tarde, con dos buenas estiradas en disparos del peligroso Hugo Díaz, el hermano de Pepe, el del Córdoba y el Lucena, el mismo que Reverte quiso traer un par de veces al Cartagena. Hugo es un buen futbolista, pero no tiene el olfato goleador de Pepe. Menos mal.

El Cartagena, dominado y perdido, lo volvió a fiar todo al balón parado. Y se encontró con un colaborador inesperado: el meta Buba, quien estuvo desastroso por alto. En los dos últimos minutos del primer tiempo, tras estar a punto de marcar Dani Pérez en un remate de cabeza a un palmo de Limones, el flojito portero del UCAM se empeñó en arruinar el trabajo de sus compañeros, con dos cantadas descomunales en dos saques de esquina. En el segundo, casi mete el balón en su propia portería. Sintió el aliento de Nacho Neira y palideció.

Las cosas cambiaron a partir del minuto 46. Aunque el Cartagena siguió mostrando a su gente que todavía no tiene una idea clara ni un modelo demasiado definido de lo que es como equipo (ni de lo que quiere ser), al menos empezaron a meterle intensidad al juego Sergio Jiménez y Jorge Luque. Y Migue García quiso ser lo que Gato y Carlos Martínez no han sido hasta el momento. Y así pudo marcar el equipo local. Pero no lo hizo porque solo remató tres veces. Y nunca, entre los tres palos. Buba, nervioso e inseguro, era un blanco fácil. Pero los de casa no supieron golpearle.

Debutó Ribas y Pallarés fue sustituido muy pronto. Mejor le vino al equipo la entrada de Abenza, obligada por la lesión de Tarantino. Y también la de Arcas, que relevó a un Jorge Luque axfisiado. No obstante, Pico, Jairo y Titi le dieron otro aire al UCAM, que supo reponerse y pudo sumar los tres puntos. Javi Gómez, una pesadilla para Neira durante toda la noche, demostró que es un ariete con mucha mili y poco gol. Menos mal.

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