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Ayala, Aketxe, Óscar Ramírez y Moisés, muy serios, al terminar el partido.

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Ayala, Aketxe, Óscar Ramírez y Moisés, muy serios, al terminar el partido. J. M. Rodríguez / AGM

Un Efesé sin colmillo regala toda su ventaja

Incapaces de superar al modesto Villanovense, los de Munúa encadenan tres jornadas sin ganar y ya tienen al Melilla y al Recreativo a solo tres puntos de distancia. José Ramón adelantó a los extremeños en una acción aislada y Fito Miranda igualó con media hora de juego por delante

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Lunes, 25 de marzo 2019, 09:20

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Y, de repente, un bache. O un socavón. Los más pesimistas incluso lo llamarán crisis. Pero, de momento, lo único que está claro es que el peligro que antes no existía ahora está muy cerca. Latente. Mucho. El Melilla, un cadáver hace tres semanas cuando cedió en su campo ante el Efesé, es un equipo renacido. Y el Recreativo, lanzado tras 14 jornadas sin perder, se lo empieza a creer. Ambos están ya a a tres puntos del Cartagena. A un solo partido. La mala racha tenía que llegar y ha llegado, porque esto es Segunda B y nada es fácil. Ya deberíamos tener bien aprendida esa lección. El Cartagena de los récords anda ahora atascado. En el peor momento, desde luego. ¿Se puede hablar de que el invierno ha llegado al principio de la primavera? Aún no.

FC Cartagena

Mario; Ramírez, Moisés, Ayala, Jesús Álvaro; Vitolo; Fito (Paim, minuto 77), Cordero (Cristo, minuto 66), Gracia, Jara; Aketxe (Rubén Cruz, minuto 66).

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Villanovense

Ismael; Navarro, Javi Sánchez, Espín, Romero (Sergio Domínguez, minuto 77); Diakité, Pajuelo; José Ramón, Poley (Xavi Puerto, minuto 50), Pedro Montero; Carrasco (Moussa, minuto 71).

  • Goles: 0-1, José Ramón (minuto 28); 1-1, Fito Miranda (minuto 57).

  • Árbitro: Silvestro Cerdá (valenciano). Amonestó a los locales Moisés y Aketxe; y a los visitantes Javi Sánchez, Diakité y Pedro Montero.

  • Incidencias: Estadio Cartagonova, ante unos 6.000 espectadores.

Para saber si este equipo florece y todo queda en un susto hay que ver cómo se comporta en los tres próximos partidos, tres finales ante Badajoz, Real Murcia e Ibiza. De lo que suceda en esos tres exigentes exámenes va a depender la forma de encarar las cinco últimas jornadas de un campeonato que dábamos por encarrilado y va a terminar convirtiéndose en una batalla a tres bandas por la primera posición. Parece que al UCAM no le va a dar tiempo de unirse a la pelea.

No tendrá un plácido final de Liga regular el Cartagena, algo que se intuía hace solo tres semanas, cuando noqueó al Melilla en el Álvarez Claro con aquel doblete de Elady. Lo había eliminado de la pugna. Esa fue la conclusión que sacamos todos, aquí y en el norte de África. Lo dejaba a diez puntos. Tan solo 20 días después, tras sumar dos puntos de nueve posibles los albinegros y hacer pleno los norteafricanos, solo hay un partido de distancia entre ambos. Y luego está el Recrativo, que viene subido en una ola gigante que está mudando a tsunami.

El primer cuarto de partido de los locales fue muy bueno, pero Santi Jara, Aketxe y Fito perdonaron

Ya sabemos, por tanto, que en la temporada en la que el Efesé alcanzó los 60 puntos antes que nunca (en la jornada 28) tampoco habrá paz clasificatoria. Aquí no te regalan nada. Si los de Munúa quieren acabar primeros, tendrán que mejorar, apretar los dientes y sudar lo que no está escrito. Lo del domingo en Badajoz, donde a los cartagenros le espera un rival renacido que suma nueve jornadas sin perder (cinco victorias y cuatro empates), puede marcar el tramo final del campeonato. Para bien o para mal.

Moussa, abucheado en su vuelta al Cartagonova, pudo dar la victoria a los visitantes en el minuto 90

Lo curioso del caso es que el Cartagena, por lo de ayer, no puede hacerse demasiados reproches. Sí que puede hacérselos por el partido que perpetró la semana anterior en Sanlúcar de Barrameda o por los dos puntos que regaló recientemente en Almería, donde todo el mundo suma tres. Pero nunca por pinchar en un partido como el de ayer, en el que dominó de cabo a rabo y fue infinitamente mejor que su oponente. Sin embargo, el fútbol es tan caprichoso que perfectamente pudo llevarse los tres puntos el Villanovense, algo que nadie ha hecho en el Cartagonova desde el mes de octubre. Porque las dos mejores ocasiones del segundo tiempo, al margen del gol de Fito Miranda, las tuvieron los visitantes.

Lo mejor, al principio

La puesta en escena de los locales fue notable. Con Óscar Ramírez y Jesús Álvaro muy profundos por ambos costados, recordando al equipo de las dos últimas temporadas en el que tan importante fueron los dos laterales albinegros, las oportunidades tardaron muy poco en llegar. Aketxe, que resiste como titular pese a haber marcado un solo gol en la segunda vuelta, remató a bocajarro un espléndido servicio de Jesús Álvaro y el meta visitante, Ismael Gil, se encontró la pelota de una forma un tanto milagrosa.

Todavía más clara fue la ocasión que tuvo poco después Santi Jara, muy activo actuando por la izquierda a pierna cambiada. El almanseño recibió dentro del área un preciso pase de Cordero, pero perdió un segundo maravilloso en el control, que fue el que le vino de perlas al portero para tapar hueco y evitar el gol de los locales. La tuvo también, clarísima, Fito Miranda. En un buen servicio de Óscar Ramírez, el exterior albinegro remató en el primer palo y el portero del Villanovense, el mejor de su equipo, voló para impedir el 1-0. Santi Jara, tras otro centro de Óscar Ramírez, lo intentó una vez más. Sin suerte, de nuevo.

Todo el colmillo que le faltó al equipo de casa lo tuvo el visitante en el primer tiempo soñado por su entrenador, Julio Cobos. En su única aparición por el área de Mario anotaron el 0-1 los extremeños. Pedro Montero le comió la tostada a un relajado Óscar Ramírez y puso un centro fantástico al segundo palo, donde apareció muy suelto José Ramón, a quien le sirvió con poner la cabeza para anotar el gol que enmudeció Benipila. Ese 0-1, tan bonito como injusto, hizo daño al Cartagena, que dejó de generar oportunidades y se enredó en acciones por las bandas donde sobraban pases y faltaban acciones verticales.

En este sentido, las ausencias de Elady y Moyita, baja de última hora por unas molestias, fueron notándose con el paso de los minutos. En los primeros 25 minutos nadie se acordó de ellos. En los últimos 25, todos nos acordamos de ellos. Porque empató pronto el Cartagena, con un buen gol de un Fito Miranda que volvió a dejar claro que necesita muy poco para ver portería, pero en el tramo final sobró elaboración y faltó mordiente. El Cartagena se puso a bailar un vals cuando necesitaba heavy metal. Con el 1-1, tocó y tocó. Pero su juego fue demasiado plano y previsible. A Rubén Cruz, con hambre de gol y de unas oportunidades que Munúa le sigue negando por motivos que cada vez cuesta más comprender, le faltaron socios dentro del área.

Así, pese a que el Villanovense vivió la última media hora colgado del larguero, se pudo llevar el partido en dos zarpazos. En un saque de esquina, un gran cabezazo de Xavi Puerto obligó a Mario a hacer la parada de la tarde. Opositará incluso a parada del año. Y en una internada del mismo Xavi Puerto, Moussa Camara no acertó a empujar la pelota a la red a un palmo de la línea de gol. El antihéroe de Majadahonda, silbado por la mayoría en su regreso al Cartagonova, pudo convertir el arañazo en herida profunda. Menos mal. Hubiera sido el colmo.

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