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Alberto Aguilar, Sergo Jiménez y Owusu, en primer plano, con el meta Craninx de espaldas, en el entrenamiento de ayer a puerta cerrada en el Cartagonova. J. M. RODRÍGUEZ / AGM
'Chute' de emotividad para venirse arriba

'Chute' de emotividad para venirse arriba

El entrenador del Cartagena, Alberto Monteagudo, mantiene una charla con sus jugadores, para sacar adelante la situación, y apela a la unidad del vestuario y al buen trabajo del curso. El excapitán Ceballos acompañó a Moisés al primer entrenamiento después del varapalo del domingo, que dejó al Efesé sin ascenso

RUBÉN SERRANO

CARTAGENA

Martes, 29 de mayo 2018, 03:23

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«A recuperar, a lamerse las heridas, a levantar al compañero y a seguir luchando». Fue el mensaje que transmitió ayer el Cartagena en sus redes sociales, el día después del batacazo sufrido el pasado domingo en el Cerro del Espino, contra el Rayo Majadahonda. El defensa albinegro Míchel Zabaco se introdujo en propia puerta un gol en el último minuto del partido, que privó al Efesé de regresar a Segunda División seis años después. En el club quieren olvidar lo sucedido lo más rápido posible, y por eso la jornada transcurrió con total normalidad en el estadio Cartagonova.

Óscar Ramírez y Moisés García fueron los dos futbolistas más madrugadores del día. El entrenamiento estaba programado a las diez y media de la mañana, a puerta cerrada, y ellos llegaron más de una hora antes de lo previsto a la cafetería del estadio. Seguían cariacontecidos, con la mirada perdida, como si aún rebobinaran una y otra vez en su mente el momento del gol. Lo tenían al alcance de la mano.

El catalán entró apenas sin mediar palabra con el resto de clientes: se sentó al final de la barra, con el gesto serio, y ni siquiera tuvo ánimos para ojear la prensa, que la tenía al lado. Pidió un café solo con hielo, se lo tomó en dos tragos y, con las mismas, se marchó al vestuario a ponerse la ropa de entrenamiento. Estaba fastidiado, porque ni siquiera pudo jugar el partido. En el Cerro del Espino, durante el calentamiento, notó un pinchazo. Habló con el entrenador, Alberto Monteagudo, y este se vio obligado a cambiar de planes: la idea era salir con cinco defensas, pero ante las circunstancias fue Hugo Rodríguez el responsable de remangarse y emplearse a fondo como improvisado carrilero diestro.

Manuel Sánchez Breis sacó una sonrisa a jugadores y empleados y vio la sesión a puerta cerrada en la grada

El central sevillano sí estaba más cabizbajo. Se le saltaron las lágrimas al final del partido y un grupo de aficionados se coló en el terreno de juego para darle ánimos. Moisés, capitán del equipo, renovó a principios de este mes por una temporada más: hasta junio de 2019. Llegó al estadio en coche, como el resto de sus compañeros, y entró a la cafetería a primera hora para tomar un café. Lo hizo en compañía de su amigo Juan Carlos Ceballos, que quiso pasar esta primera jornada al lado de sus antiguos compañeros, para hacerla más llevadera. Juntos compartieron una conversación durante un cuarto de hora, en una de las mesas. La compañía le vino bien a Moisés, que no pudo evitar resignarse y negar con la cabeza al ver las imágenes publicadas en la prensa.

Zumo y tostadas

Algunos aficionados se le acercaron, para darle una palmada en la espalda. Esa fue la escena más repetida durante toda la mañana: los futbolistas que venían a desayunar recibieron el cariño de los hinchas. Pero no está todo perdido. El Efesé aún tiene una bala en la recámara: la posibilidad de superar dos eliminatorios y ascender. La primera empieza este domingo, a las doce, en el cruce contra el Celta B, en Vigo. Por la cafetería también pasaron miembros del cuerpo técnico, para recargar las pilas con zumos de naranja y tostadas, y para activarse con un buen café.

El técnico albinegro pasó el viaje de vuelta en autobús viendo los partidos del Celta B, el próximo rival

Acto seguido, todos se metieron en el vestuario. Allí hubo una conjura, a las 10.30 horas, por parte de Monteagudo. Antes de salir a entrenar al Cartagonova, el de Valdeganga reunió a la plantilla y protagonizó un discurso, cargado de buenas palabras. «La charla era necesaria. Había que transmitir que estas cosas [perder el ascenso con un gol en propia en el último minuto] son las cosas del fútbol. Lo importante ahora es que, entre todos, podemos sacar esto adelante. Hay que estar juntos, unidos», explicaron en el club.

Minipartido

La charla duró aproximadamente veinte minutos, de ahí que la sesión de entrenamiento empezara casi a las once de la mañana. En ella, el cuerpo técnico no quiso hacer nada fuera de lo normal al resto de los lunes. Los futbolistas que acumularon el domingo más minutos en las piernas entrenaron al margen, con ejercicios con balón; los menos habituales y con menos minutos, como Marcos, Craninx, Alberto Aguilar, Dani Abalo, Adama Fofana, Dani Abalo, Gaspar y Moussa, jugaron un minipartido.

El manager general, Manuel Sánchez Breis, vio todo el entrenamiento sentado en el anillo inferior de la grada lateral. Estuvo acompañado por el coordinador de la cantera, Isidoro García, uno de los que peor lo pasó en el Cerro del Espino. Salió al césped durante unos minutos a hablar con Monteagudo y con su segundo, Juanlu Bernal. El dueño y presidente del club, Paco Belmonte, no se dejó ver demasiado: fue yendo y viniendo de su despacho al coche, y viceversa.

El entrenamiento apenas duró una hora y media. Los futbolistas abandonaron el estadio en sus coches y solo se quedaron un poco más de tiempo Marcos y Aketxe. Los dos pasaron un rato con Breis tomando un refresco. El manager general les sacó una sonrisa a ellos y al resto de los trabajadores, aún tocados por lo vivido en Majadahonda.

Análisis del rival

Monteagudo terminó el entrenamiento y se marchó, pero regresó por la tarde para ver los partidos del Celta de Vigo B. El de Valdeganga, informaron en el club, se pasó todo el viaje de vuelta a Cartagena examinando al próximo rival en el autobús. Ricardo Redondo, del departamento de 'scouting', le dejó ayer sobre la mesa un informe con todo tipo de detalles del filial gallego.

El equipo repetirá toda la semana en el Cartagonova

La plantilla del Cartagena tiene hoy el día libre y no regresará al trabajo hasta mañana, a las 10.30 horas, en el estadio Cartagonova. La sesión volverá a ser a puerta cerrada, y será así el resto de la semana. En los preparativos de los encuentros ante el Écija, para garantizar el liderato del grupo IV, y el Rayo Majadahonda, tanto en la ida como en la vuelta, el club albinegro repitió la misma fórmula, para trabajar en el césped natural estrenado este año. No obstante, en la entidad estudian la posibilidad de organizar una sesión en el complejo deportivo de Pinatar Arena.

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