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Cartagena
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Viernes, 29 de junio 2018, 03:00
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'Hallan abandonada en el párking de un club de alterne de Zaragoza la furgoneta del Cartagonova que el clan de Oliver se llevó hace tres años'. 'El FC Cartagena tendrá que pagar 460.000 euros por el traspaso del argentino Astudillo. La directiva de Oliver cerró en 2002 su fichaje con Talleres de Córdoba de Argentina y no desembolsó ni un euro'. 'Condenan al Cartagena a indemnizar con 325.000 euros a César Esteban. El ex jugador, que no llegó a debutar, fue despedido en el año 2002 por Luis Oliver porque supuestamente estaba lesionado cuando llegó'. 'Una empresa argentina demanda al Cartagena por un jugador colombiano, Lenin Flores, a quien nadie conoce y quien jamás jugó en el Cartagonova FC'. 'Venta Magullo reclama al Cartagonova cerca de tres millones de pesetas después de que Oliver no pagara ni una peseta al dueño del hotel de Segovia donde el equipo se concentró en la pretemporada'.
Son algunos de los muchos titulares lacerantes que dejó el breve paso de Luis Oliver por Cartagena, en la temporada 2002-03, cuando el actual FC Cartagena aún se denominaba Cartagonova FC. Aquello fue un auténtico fraude y en su día Paco Gómez, sucesor de Oliver al frente del club, aseguró que además del millón de euros que puso el 30 de junio de 2003 para quitar todas las denuncias presentadas en AFE al final de esa temporada y garantizar la continuidad del club en Segunda B, luego tuvo que poner otro millón largo de euros para pagar deudas, de todo tipo, que dejó el navarro en el club.
De hecho, el abogado de Gómez, Salvador Rincón, le aconsejó que lo llevara a los tribunales. Y Paco Gómez lo hizo. Así, el 16 de febrero de 2004 el FC Cartagena se decidió a presentar una querella criminal contra los responsables de la dirección del Cartagonova FC en la temporada 2002-03, con la intención de frenar a un Luis Oliver desatado que, lejos de admitir las barbaridades que cometió cuando presidía el club, quería incluso sacar dinero a Paco Gómez.
En la querella planteada, a Oliver se le reclamaban 180.000 euros en concepto de fianza a cada uno de ellos y 1,8 millones de euros en concepto de responsabilidad civil por hechos constitutivos de delito. Oliver era (y es) insolvente y era casi imposible que devolviera un solo céntimo, pero Rincón confesaba que lo que buscaba era «al menos una victoria moral». Por su parte, Luis Oliver dijo en mayo de 2006, antes de declarar ante el juez por primera y última vez, que era «inocente» y que estaba sufriendo un linchamiento mediático. «Al Cartagena le interesa esta situación. Yo estoy sufriendo un linchamiento mediático. Mi niño lee por Internet determinadas noticias y me pregunta, llorando, si yo voy a tener que ir a la cárcel», manifestó entonces ante los periodistas.
Ahora vuelve. Siempre reaparece. Y siempre, envuelto en polémica. En el Cartagena sospechan que él es el autor intelectual del lío destapado el lunes por 'El Mundo' y que está detrás de la denuncia presentada por el Extremadura en La Liga.
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