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Un tercio de muchas luces y algunas sombras

La derrota en Jaén agria el cierre de la primera parte de la Liga de un Cartagena dominante, sólido, eficaz y que demuestra que va en serio

Francisco J. Moya

Martes, 8 de noviembre 2016, 00:08

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El último capítulo del primer tercio de Liga, el del pasado domingo en Jaén, agria el relato de un tramo inicial de campaña que podía haber sido redondo. Porque con un simple empate en La Nueva Victoria, hoy estaríamos haciendo un balance algo distinto de las primeras trece jornadas de Liga, las que completan el primero de los tres tercios en los que se divide el campeonato. El Cartagena sería hoy líder, empatado a puntos con un Marbella en declive, y el vaso se vería medio lleno. Pero los de Monteagudo cayeron contra pronóstico en La Victoria y alimentaron algunas de las dudas que se ciernen sobre un equipo tan notable como irregular. Es capaz de dar un repaso memorable al líder y, cuatro días después, fracasar con estrépito ante un Real Jaén que solo había ganado dos partidos en doce jornadas. Está comprobado que los equipos que no pierden cuando juegan mal son los que ganan títulos y celebran ascensos en junio. Y esa es la lección que le queda por aprender a este Efesé.

Con todo, el balance de este primer tercio deja muchas luces en un Cartagena que ha permanecido todas las jornadas, desde la 1 a la 13, en puestos de promoción de ascenso, ha estado a la altura de los mejores inicios en la historia del club (los de los equipos que en su momento entrenaron Aranguren, Juan Ignacio Martínez, Tevenet y Pato) y ha presentado su clara candidatura a ser campeón del grupo IV. No obstante, estos tres primeros meses de competición también dejan alguna sombra, como los flojísimos partidos que ha hecho el equipo albinegro en El Ejido y Jaén, curiosamente ambos tras jugar antes un partido entre semana, y la incapacidad demostrada por los de Monteagudo para vencer en los tres duelos más especiales de lo que llevamos de curso: el de Copa del Rey ante el Hércules y los de Liga frente a Lorca y Murcia.

Como, de momento, lo positivo supera a lo negativo, vayamos primero con lo mejor que ha dejado el Cartagena en este inicio liguero.

VIRTUDES

1. Calidad y plantilla larga

A estas alturas, ya se puede decir que no hay ninguna plantilla en el grupo con el nivel de la del Cartagena, especialmente si hablamos de la profundidad de banquillo, la polivalencia de los jugadores y lo poco que se resiente el juego del Efesé cuando hay cambios en la alineación. Posiblemente, el 'once' inicial del Lorca sea ligeramente superior al del Cartagena, especialmente por el nivel individual de futbolistas como Bustos, Noguera, Chumbi o Urko Arroyo. El Mérida, resucitado definitivamente por el manchego Eloy Jiménez, también cuenta con grandes jugadores en su 'once' tipo, tales como Pardo, Hugo Rodríguez, Carlos Rodríguez, Hugo Díaz, José Ramón y Antonio Romero. Pero tampoco dispone de 16 o 17 futbolistas que puedan entrar y salir de la alineación sin que el equipo se resienta. Lo mismo le pasa al aún líder Marbella.

2. Mucha pegada

El Cartagena ha hecho 21 goles en las 13 primeras jornadas y la capacidad de sus hombres de segunda línea para ver portería ha enterrado a las primeras de cambio un debate que, por el contrario, se eternizó durante toda la temporada pasada. Los siete goles de Juanlu Hens, suplente eso sí en los dos últimos encuentros tras dar un importante bajón en el último mes, y los cuatro tantos de Cristo Martín hacen que nadie hable de los discretos números de los dos arietes a estas alturas del año. Fernando solo ha hecho un gol. Y Arturo, solo tres. Lo importante, en cualquier caso, es que todos los hombres de ataque han marcado ya. Chus Hevia (2), Óscar Rico (2), Sergio García y Quique Rivero han anotado el resto de goles del equipo en este primer tercio de la Liga.

3. Control del juego

En el 90% de los partidos jugados hasta el momento, más allá del resultado final, el cuadro de Monteagudo ha llevado la manija y ha resultado ser un equipo la mar de reconocible, con sus virtudes y sus defectos. El Efesé quiere la pelota y se la quita al rival. Puede estar más o menos acertado con ella. Y puede conceder más o menos opciones al contrario, pero todo el mundo coincide en que el Cartagena es un conjunto claramente dominante en este grupo IV. Y eso quiere decir algo.

4. Solidez defensiva

Las incorporaciones este verano del lateral diestro Óscar Ramírez y del central zurdo Míchel Zabaco han mejorado de manera notable el rendimiento defensivo del colectivo. Moisés sigue siendo el central sólido y fiable del pasado curso, mientras que Ceballos y Gonzalo Verdú, aunque no tienen plaza garantizada en la zaga titular, también han dado un punto más que el año pasado cuando han participado. Lo mejor de todo es el crecimiento individual de Jesús Álvaro en el lateral izquierdo. A sus continuas y conocidas cabalgadas por la banda ha sumado esta campaña una seguridad defensiva que le da mucho empaque al equipo de Monteagudo.

5. Masivo respaldo

El Cartagena está más acompañado que nunca. Nunca antes pasó de los 6.000 abonados en Segunda B. Y este año ha llegado a los 6.200. Nunca antes llevó a más de 4.000 personas a Murcia en esta categoría. Y la pasada semana metió a 4.500 aficionados albinegros en la grada lateral superior de Nueva Condomina. Y nunca en Segunda B fue capaz de mantener medias de afluencia al Cartagonova de más de 6.000 personas. Y en este primer tercio de Liga lo ha logrado. La afición cree en el proyecto y lo apoya de manera masiva. Y eso es algo de lo que pueden presumir muy pocos clubes de la división de bronce.

En cuanto a los defectos que han asomado en este primer tercio del campeonato y que se pueden considerar como sombras en un recorrido que, hasta el momento, ha sido francamente bueno, también se pueden subrayar otros cinco aspectos. Son los siguientes.

DEFECTOS

1. Vértigo en partidos clave

Lo que más dudas genera entre la gente es la incapacidad que ha tenido el Cartagena para mostrar su mejor nivel en los tres partidos clave de lo que llevamos de temporada, los duelos ligueros contra el Lorca y el Murcia, y el de Copa del Rey ante el Hércules. Cuando había que dar un golpe encima de la mesa, el cuadro de Monteagudo no lo dio. Es cierto que ante el líder Marbella dio un recital, pero lo que ha hecho el equipo de Nafti esta semana (perder los tres partidos que ha jugado) le resta un poco de brillo e importancia al 3-0 conseguido por los blanquinegros el pasado miércoles.

2. Desconexiones frecuentes

Desconexiones que cuestan puntos. En El Ejido, el Cartagena no apareció. Y lo pagó con una derrota que entonces hizo mucho daño. Tampoco se conectó a tiempo al partido de este domingo en Jaén y, cuando quiso despertar sobre el patatal de La Nueva Victoria, ya era tarde. Un absurdo error de los centrales ante el Lorca, por citar otro ejemplo, le dio tres puntos revitalizadores a un rival directo que llegó hundido al Cartagonova. Desde entonces, los de Julio Algar van disparados. Y en Melilla, de no ser por dos o tres paradas salvadoras de Limones, el equipo habría perdido tras hacer un gran esfuerzo para sacar un punto.

3. Irregularidad

El Cartagena domina, gusta, marca y somete a casi todos sus rivales. Pero también tiene altibajos que asustan, como pasar del 100 (goleada al Marbella) al 0 (derrota en Jaén) en un abrir y cerrar de ojos. Además, a veces hace cosas extrañas. Por ejemplo, permite que La Roda le haga dos goles en diez minutos y que unos aficionados que (eufóricos) hacían la ola, acaben marchándose enfadados a su casa, a pesar de la victoria final por 5-3. Tampoco se puede pasar por alto que equipos que están en la zona baja de la tabla, como el Mancha Real o el Granada B, le quitaron la pelota y le metieron el miedo en el cuerpo cuando pasaron por el Cartagonova.

4. Falta un líder

Desde que Mariano Sánchez se retiró y Carlos David se marchó al Huesca, el Cartagena no tiene un líder natural, uno de esos capitanes que manda mucho, dentro y fuera del campo, y que es un referente para los demás. Lo intentó Jorge Luque, pero el primer año no pudo por todos los líos extradeportivos y el año pasado se lo tiró en el banquillo. Sergio Jiménez es aún muy joven y Ceballos, como Juanlu Hens y Míchel Zabaco, es un ejemplar profesional pero no da ese perfil. Limones lo intenta pero siendo portero es complicado liderar al grupo, especialmente durante los partidos. Le falta al Cartagena ese veterano con carácter que le da pausa al juego, habla con el árbitro, para el partido cuando es necesario, protesta todo lo que haya que protestar y, en definitiva, se convierte en la prolongación del entrenador en el terreno de juego.

5. Sub 23 irrelevantes

Había cierta ilusión en que esta temporada los jugadores sub 23, por fin, no fueran meras figuras decorativas y que con el paso de las jornadas se convirtieran en futbolistas con cierto peso en el equipo. Pero esas expectativas no se han cumplido. Al contrario, este año los menores de 23 años están contando para el entrenador aún menos que en temporadas anteriores. Pablo Ortiz, que llegó del Jaén con la vitola de promesa, ha aportado muy poco cuando ha jugado. A Quintana, cedido por el Cádiz, apenas se le ha visto. Guirao se lesionó de gravedad en el primer amistoso del verano. Adama Fofana, que juega los domingos con el filial, aún no ha debutado en esta campaña. Tampoco Iván y José Isidoro, que gustaron en la pretemporada. Y el meta Marcos parece condenado a jugar el mismo papel secundario que desempeñó Manzanares en las dos últimas Ligas.

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