Ha empezado tan metido en esta Liga el Efesé y (todo hay que decirlo) el calendario inicial ha sido tan benévolo que a los albinegros les basta con jugar a medio gas para resolver los partidos con cierta comodidad. Le volvió a suceder esta noche ante un rival ultradefensivo que intentó sostenerse en pie hasta el final y lo hizo, con dignidad, hasta el minuto 79, en el que Quique Rivero anotó el tanto de la sentencia. El 5-4-1 de Juan Arsenal se le atragantó en los primeros 20 minutos al cuadro cartagenero, demasiado lento en la fabricación de las jugadas.
Pero con dos simples latigazos de Fernando, siempre al borde del fuera de juego, los de casa entraron en ebullición y los visitantes empezaron a temblar. En el primero, el sevillano le echó una carrera al central Josema y le ganó. Su chut forzado lo sacó el meta Emilio. Y en el segundo, tras una brillante internada de Cristo por la derecha, el zurdazo del ariete albinegro fue mucho más intencionado. Y Emilio se lució. En el tercero ya no pudo hacer nada el meta del Mancha Real. Fernando le ganó la espalda a los centrales e hizo bueno un gran servicio de Juanlu Hens. El '9' local regateó al portero y anotó a puerta vacía, en un tanto (su primero en Liga en esta segunda etapa en el Efesé) que ya hemos visto muchas veces en el Cartagonova. Fue un gol muy de su estilo.
Inesperadamente llegó el empate, en un libre directo magistralmente lanzado por Manolillo. Pero los locales reaccionaron rápidamente. El 2-1, obra de un Juanlu Hens que sale a gol por partido, llegó tras cazar el cordobés un rechache del larguero. En la jugada previa, Cristo se inventó una chilena de dibujos animados que no entró porque Emilio hizo una parada imposible. Para su desesperación, el balón que quedó suelto tras impactar en la madera lo recogió Juanlu Hens, que sigue en estado de gracia. Para mayor enfado del portero visitante, era el minuto 44. Gol psicológico. De los que hacen daño.
La realidad es que el segundo tiempo solo tuvo un color: el blanquinegro. Pero curiosamente, por esos caprichos del fútbol, la gran oportunidad para marcar la tuvo el Mancha Real. Elady pudo ser el héroe de los visitantes, pero su disparo impactó en la madera para desolación del banquillo jienense. Tras un zurdazo de Fernando que se marchó por muy poco y un gol anulado a un Arturo pasado de revoluciones, Rivero anotó el 3-1, el tanto de la tranquilidad, aprovechando un buen servicio de Sergio García. Tres de tres. Colíderes. Y el miércoles en la Copa del Rey, partidazo ante el Hércules.
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