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Salinas y Juanma Espinosa se felicitan tras uno de los tantos del Hércules, ayer en Andorra.
El Hércules tritura al Andorra y jugará el miércoles con el Efesé

El Hércules tritura al Andorra y jugará el miércoles con el Efesé

Luis Tevenet regresará por vez primera desde su marcha, en un partido que se jugará a las 21.30 horas, con entrada gratuita para los socios

JUANFRAN MILLÁN

Miércoles, 31 de agosto 2016, 22:58

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La Copa ofrece sorpresas, accidentes inesperados y equipos humildes que dan sustos. Ayer, el Hércules no dio pie a todo esto. Se puso serio y solventó la papeleta con buena nota. Asumió con personalidad su rol de favorito y arrolló a su rival de principio a fin. La superioridad herculana fue exagerada durante los 92 minutos que duró el encuentro y el 0-5, incluso, se quedó corto. Sensación de ver en acción a un equipo profesional frente a otro amateur.

Mucho que perder y muy poco que ganar. El 1-3 encajado el sábado en casa ante el Barça B añadía más responsabilidad al compromiso copero. El Hércules de Luis Tevenet respetó al Andorra y neutralizó desde el primer minuto el alto nivel de motivación de los jóvenes jugadores aragoneses. Defensa adelantada, campo bien abierto y Juanma Espinosa, sobrado, moviendo a su antojo al equipo desde el mediocampo.

La victoria del Hércules en el campo de Endeiza, que le sirve para pasar a la segunda ronda y medirse el próximo miércoles con el Cartagagena en el Cartagonova (21.30 horas, entrada gratuita para los socios del Efesé), tiene valor también por el pésimo estado del terreno de juego. Césped natural, pero ayer muchos jugadores blanquiazules lo hubieran cambiado por un tapete de artificial. Baches constantes, agujeros inesperados; césped mezclado, alto y seco. Conducir era difícil, rasear poco menos que imposible. Pero el Hércules jugó bien y se adaptó rápido. Si finalmente el contratiempo de Javi Flores (lesionado en el 26 de la primera parte) se queda solo en una sobrecarga, la visita del Hércules a Andorra habrá salido barata para lo que podría haber sido.

Doblete de Mainz

El Hércules, uno de los cuatro o cinco mejores equipos de toda la Segunda B, agradeció también la entrada de Mainz después de los dos primeros partidos con Berrocal. El andaluz juega mucho de espaldas a portería, mientras que Mainz, respaldado ayer en la grada por varios familiares, no para de tirar desmarques y eso es una bendición para Gaspar, Espinosa y Javi Flores.

El primer gol blanquiazul iba a llegar sin Javi Flores en el campo. Curioso a veces este deporte. Justo un minuto después de salir lesionado (le sustituyó Nieto) llegó el primer gol de David Mainz en una conexión que recordó al Huesca de Tevenet de hace dos temporadas. Robo en mediocampo, José Gaspar mete el pase en profundidad para Mainz y definición perfecta de éste a la escuadra con la zurda. Con el 0-1, el Hércules ya había hecho lo más difícil y le esperaba un camino de rosas hasta el final del encuentro.

Hasta la entrada al campo de Nieto, el equipo abusó de la banda izquierda con Peña y Salinas a un gran nivel. Antes del descanso pudo llegar la sentencia. Nieto tuvo un mano a mano, Mainz otro y José Gaspar mandó alto un buen envío desde la izquierda. El paso por el vestuario perjudicó un poco a los de Tevenet. Tardaron en cogerle el ritmo otra vez al encuentro, aunque nunca dio la sensación de que el Andorra pudiera comprometer la eliminatoria. Tardaron en enchufarse otra vez, pero cuando lo hicieron fue un vendaval. Salinas empezó su recital de asistencias con un acto de generosidad sobre Mainz. Doblete para el aragonés a puerta vacía. Tevenet respiró y dio descanso a Peña.

Aún quedaba el merecido gol de falta de Espinosa (partido muy completo el suyo) y el último de Nieto en otro mano a mano ante Alexis. El Hércules ya está en la segunda ronda de Copa. El miércoles espera el Cartagena, exento en la primera ronda por caprichos del sorteo. Para los de Tevenet, que volverá por vez primera al Cartagonova desde su marcha en 2014, será un test mucho más duro y exigente que el de ayer. Para el Cartagena será una prueba de incalculable valor. Se aproxima un partidazo, digno de 'playoff'.

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