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Un defensa tapona un intento de disparo de Chus Hevia.
Un último susto sin consecuencias

Un último susto sin consecuencias

El Efesé se atasca ante el descendido San Roque en su despedida, aunque finalmente jugará la Copa del Rey gracias al empate del Almería B en Mérida

Francisco J. Moya

Domingo, 15 de mayo 2016, 23:04

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En Cartagena estamos muy acostumbrados a que nuestro equipo de fútbol haga cosas extrañas y suela complicarse la vida de la forma más inverosímil. Por eso, ayer algunos andaban desde primera hora de la mañana con las orejas tiesas. Se daba por hecho que el Efesé sumaría los tres puntos ante el San Roque de Lepe y lograría una plácida clasificación para la Copa del Rey en la última jornada del campeonato. Había incluso quien apostaba porque Granada B y La Hoya Lorca perderían y los de Monteagudo acabarían la Liga regular en quinta posición. Pues bien, nada más lejos de la realidad. El Efesé, que necesitaba ganar su último partido para asegurar su clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey, solo pudo empatar ante el penúltimo y el sobresalto no tuvo consecuencias gracias a la mano que le echó el filial del Almería, último y ya descendido a Tercera como el San Roque de Lepe, empatando de un modo sorprendente en Mérida.

Así, el Cartagena certificó ayer su séptima posición en una temporada algo desconcertante, que acaba con un premio de consolación tras una actuación colectiva muy discreta y en la que solo la reacción tras el cambio de entrenador ha hecho que el equipo demuestre su verdadero nivel. No obstante, ayer ante el San Roque, como la semana anterior en la derrota de Melilla, dio la sensación de que los hombres de Monteagudo estaban ya pensando en las vacaciones, las pasaron canutas ante un recién descendido a Tercera que dominó el juego durante muchas fases, once contra once y once contra diez, y finalmente lograron el objetivo con muchos más apuros de los previstos. Fue el Almería B, con su inesperado empate a tres en Mérida, el que allanó el camino del Efesé hacia la Copa del Rey 16-17.

Ayer, desde el principio, los locales se mostraron demasiado laxos y con menos tensión de la habitual, como si el triunfo de hace dos semanas en el derbi hubiera dejado vacíos todos los depósitos de energía. No obstante, mediado el primer acto, Jesús Álvaro le metió un buen balón entre líneas a Sergio García, quien centró con la zurda al corazón del área, con la fortuna de que el balón tocó en el central Bonaque, despistó al meta Ayala y se metió en la portería visitante.

Expulsión absurda

Antes del 1-0, Juanlu Hens y el propio Sergio García desperdiciaron dos ocasiones muy buenas. El primero, tras una buena maniobra de Chus Hevia, de los más activos. El segundo, en una arrancada en la que se llenó de balón y acabó disparando muy desviado, con Hevia solo en el segundo palo, reclamando un pase de gol que nunca llegó. Todo dio un giro inesperado en el minuto 34, momento en el que llegó la jugada que cambió el encuentro. Quique Rivero empeoraba su flojísimo final de temporada con una acción absurda. Arriesgó demasiado al borde del área, cuando era el último jugador y estaba metido entre los centrales. Se la jugó, sin motivo para ello, y Chaco le robó la pelota.

El cántabro, ya perdido, tuvo que agarrar al delantero lepero dentro del área, cuando iba a batir a Limones. El árbito pitó penalti y expulsó a Rivero. Afortunadamente, el portero del Cartagena paró la pena máxima ejecutada por Chaco. Y la herida quedó taponada. Al menos, de momento.

En el segundo acto, con uno menos, los locales se dedicaron a defenderse con orden, liderados por un Ceballos imperial, y buscar la sentencia en un contragolpe. Juanlu Hens, tras un buen centro de Mario Sánchez, chutó por encima del larguero en una inmejorable posición. Fue la ocasión más clara para cerrar el partido que tuvieron los de casa.

Además, el meta Ayala hizo dos buenas paradas en sendos disparos de Chus Hevia y Sergio García. De vez en cuando, el San Roque de Lepe también daba algún susto a Limones. Manu Ramírez y Baquero tuvieron las oportunidades más claras de los visitantes. Y en el minuto 80, en un córner mal defendido por los locales, Manu Ramírez cazó un rechace al borde del área pequeña y marcó a placer.

En los diez últimos minutos, el choque se volvió loco y pudo pasar cualquier cosa. Una chilena de Marcos Rosa se fue rozando el poste izquierdo de la meta de Limones. Luego, Mario Sánchez evitó un remate franco de Chaco. En el otro lado, Menudo y Sergio García no supieron definir en dos rápidas escaramuzas de los locales. Así, el partido acabó en empate. No obstante, el inesperado tropezón del Mérida en su estadio ante el descendido Almería B (3-3) permitió a los albinegros mantener la séptima plaza, la última que da derecho en este grupo IV a entrar en el bombo de la primera ronda de la Copa del Rey 16-17.

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