Pallarés y las mil plagas albinegras

El problema es que las desventuras que un día escribió Isidoro Valverde siguen ganando por goleada a las venturas. Y las 1.000 plagas que toda la vida azotaron al Efesé, en vez de quedarse en 999, suben a las 1.001. La nueva epidemia que se ha instalado en el panorama albinegro es la de la maldición de los 'ex' jugadores. Se trata de futbolistas que -en su mayoría- pasaron sin pena ni gloria por el club cartagenero. Pero que luego, la primera vez que se reencuentran con el Efesé vistiendo ya ellos otra camiseta, resucitan y marcan un gol (o dos) en la portería cartagenera.

El último caso lo vimos el pasado sábado en La Condomina, con el tanto que el gandiense Pablo Pallarés marcó en los últimos minutos del encuentro, y que dejó a los hombres de Víctor Fernández sin un punto que, por trabajo y entrega, sin duda merecieron sumar. Que Pallarés, con su tanto, noqueara al Cartagena podía suceder. Y pasó. E hizo mucha pupa entre la Efesemanía, tanto la desplazada a Murcia como la que se quedó en casa viendo el partido por la televisión. Pero lo que más molestó a un importante sector de la afición albinegra fue la celebración del tanto, algo exagerada para muchos.

Hay que recordar que la afición del Cartagonova se portó de maravilla en todo momento con el ariete gandiense, a pesar de su pésimo rendimiento durante la primera vuelta del curso pasado con la camiseta del Cartagena (13 partidos y 1 gol). Además, Pallarés cobró hasta el último día trabajado y en el club le dieron todas las facilidades del mundo para dejarlo salir a finales de enero, rumbo a Huesca. Aquello provocó incluso un enfrentamiento entre Javier Marco y Florentino Manzano que acabó poniendo fin a la luna de miel entre el valenciano y el cartagenero.

Discusión con Ceballos

Su representante, Joaquín Vigueras, se pasó dos meses tocando muchas puertas, en España y en el extranjero, ya que desde la derrota en casa ante el Cádiz en pleno puente de diciembre (1-3), Pallarés solo tenía una idea en su cabeza: abandonar el Efesé y comenzar una nueva aventura en otro lugar. Y lo logró. Sucede que tras aquella derrota contra el Cádiz, Pallarés tuvo una fuerte discusión en el vestuario con Juan Carlos Ceballos, uno de los pesos pesados del equipo. Y el valenciano, suplente habitual de Ribas tras la eclosión de Chus Hevia, forzó la máquina para irse del Cartagena.

Pallarés ha sido el último caso de esta suerte de venganza en plato frío. Sus estadísticas contra el Cartagena son dignas de estudio. Le ha marcado 3 goles en 4 partidos contra el Efesé, dos con La Hoya Lorca y el del pasado sábado con el UCAM. Las dos veces que ha sido titular ha marcado. En las otras dos ocasiones, saliendo desde el banquillo con el San Fernando y con La Hoya Lorca, no marcó. Cuando estuvo aquí, anotó 1 gol en 13 encuentros.

Lo curioso es que en las dos últimas temporadas ha aumentado de manera muy evidente el número de casos de 'ex' futbolistas del Cartagena que se vengan a las primeras de cambio. En septiembre de 2013, el albaceteño Carlos Rodríguez, quien había pasado por el filial y se quedó a las puertas del primer equipo, le marcó dos goles en el primer tiempo al Efesé de Tevenet, con La Hoya Lorca. El duelo del Cartagonova se lo llevaron los lorquinos (1-2).

Cuatro días antes, el francés Philippe Toledo le había hecho un gol al Cartagena en Copa del Rey, en un partido que al final se llevaron los de Tevenet gracias a los tantos de Menudo y Megías. En el Cartagena 2007-08, Toledo había anotado 3 goles en 24 partidos. Su fracaso aquí aún es hoy recordado.

La temporada pasada hubo más casos similares. Diego Segura, a quien Florentino Manzano descartó en verano, fabricó el gol del empate del Marbella en el Cartagonova en la primera jornada (1-1). Y marcó en el choque de la segunda vuelta (2-2). El defensa Súper hizo un gol para el San Roque de Lepe en el partido jugado en tierras onubenses (2-2). Hicham marcó en la victoria del Almería B al equipo de Palomeque (2-0). Y Pato, técnico en 2012, ganó aquí con el Arroyo el pasado mes de abril (1-2).