Sorprendió el Cartagena a todo el mundo en una primera media hora primorosa, la mejor de toda la temporada junto a aquel ratillo de la sorprendente goleada al Granada (3-0), en el ya lejano y frío mes de enero. Con toda en contra (sin portero, sin Luque, sin Ribas y sin Hevia), los de Palomeque sacaron su casta y su orgullo para pasar por encima de un Las Palmas Atlético que fue menos de lo que parecía: flojo en defensa, lento en el medio e inocente arriba.
Concentradísimos Robusté y Tarantino, hercúleo Ceballos, con pierna dura Sergio Jiménez y Arcas, todo el plan de los locales (buscar a Gato y hacer daño a los centrales Álvaro y Óscar) salía a la perfección. Solo llegaba un equipo -el de casa- y solo trabajaba un portero -el visitante-.
Arcas, Prosi y Gato dispusieron de buenas ocasiones para adelantar al Cartagena. La mejor la tuvo Tarantino, tras el rechace de un saque de esquina. Solo delante de Ale, el central vasco reventó el balón y el portero canario se encontró con la pelota. Los locales, desesperados al ver que su buen juego no tenía reflejo en el marcador, se vinieron un poco abajo. Y apareció el rival. Adrián y Artiles chutaron fuera.
Todo se estropeó tras el paso por los vestuarios, ya que al poco de empezar el segundo acto se lesionó Gato, la única bala que le quedaba a Palomeque. Artiles falló un gol cantado y, cuando todos nos temíamos lo peor, Robusté tiró de experiencia para forzar la segunda amarilla del visitante Delgado (minuto 67).
Al quedarse con uno menos, los grancanarios rebajaron su ritmo y se contentaron con el empate sin goles. El Cartagena, que siguió perdiendo jugadores por lesión (primero Prosi y después Santisteban) ya no tenía nada a los que agarrarse para soñar con marcar un gol. Palomeque tuvo que sacar al lesionado Chus Hevia, con la idea de que el asturiano marcara 'el gol del cojo'. No hubo milagro. Todo abierto para la vuelta. A pesar de todos los contratiempos, el Efesé sigue vivo.
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