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Jugada de ataque del Villanovense en el partido ante La Hoya Lorca.
Villanovense, el espejo extremeño
FÚTBOL | FC CARTAGENA

Villanovense, el espejo extremeño

El cuadro de Julio Cobos, con un presupuesto de 300.000 euros, está luchando por la cuarta plaza. El próximo rival del Efesé apostó en verano por futbolistas de la zona, todos mileuristas, y solo Cádiz y UCAM han perdido menos partidos

Francisco J. Moya

Jueves, 16 de abril 2015, 23:57

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El Villanovense, rival este domingo del Efesé en otra final anticipada (Cartagonova, 19.00 horas), es uno de esos casos en los que conviene fijarse. Para aprender de cómo se pueden hacer -bien- las cosas, con muy poco dinero y sin encadenar una mentira detrás de otra. Extremadura y Murcia son regiones que se parecen en muchas cosas. Están a la cola del país en bastantes 'ránkings'. Y el futbolístico es uno de ellos, sin equipos en la élite, con una larga historia de desapariciones, fracasos y refundaciones y con clubes incapaces de fidelizar a los aficionados de sus respectivas ciudades. Badajoz, Murcia, Cartagena, Cáceres, Mérida y Lorca son sitios en los que la gente prefiere ser antes del Madrid o del Barça que del equipo de la ciudad en la que vive.

Con este panorama, son dignos de aplaudir proyectos como el del Villanovense, modesto visitante de este fin de semana. Merece la pena dedicar un rato a analizar las claves de un proyecto tan pequeño como loable. Porque el equipo que entrena Julio Cobos, ex jugador de Xerez, Cacereño y Extremadura y técnico que ascendió el pasado verano a los serones tras un año en Tercera, se ha convertido en el equipo revelación del grupo IV y ha llegado a las cinco últimas jornadas con todas las opciones intactas de clasificarse para la fase de ascenso.

El Villanovense es quinto, a un solo punto del cuarto (Balompédica Linense), y tres de sus últimos cuatro partidos los jugará como local, ante Córdoba B, Arroyo y Betis. Tras la de este domingo a Cartagena, la única visita que le quedará será a Carranza, donde el Cádiz le esperará con los deberes hechos en la penúltima jornada. Los extremeños son el tercer equipo que menos partidos ha perdido en todo el campeonato (8), solo mejorados por Cádiz (4) y UCAM (5), y son perfectamente conscientes de que pueden hacer historia. Nunca antes estuvieron tan cerca de clasificarse para una fase de ascenso a Segunda A.

Y lo que más fascina de este club tan humilde, de una localidad con 26.000 habitantes y que solo es conocida porque allí nació el jugador de la NBA José Manuel Calderón, es que ha conseguido hacerse un hueco entre los mejores con una plantilla repleta de mileuristas y en la cuál el 50% de sus integrantes son nacidos en Extremadura. Con un presupuesto de 300.000 euros, una cuarta parte de la inversión total del Cartagena, el Villanovense se ha convertido en un club ejemplar.

Delantera letal

Solo dos jugadores llevan casi la mitad de todos los goles del Villanovense esta temporada. Llegaron el pasado verano al Romero Cuerda casi sin hacer ruido. Lo hicieron para ser competencia directa el uno del otro, pero el destino les reservaba una etiqueta bien diferente. Sus nombres se recitan de carrerilla en cada alineación verdiblanca y se han convertido en una de las parejas de moda de toda la Segunda B. El Villanovense buscaba gol en verano y lo encontró en Andalucía con Miguel Ángel Espinar y Carlos Fernández, a día de hoy, los 'pichichis' del equipo, con nueve tantos cada uno.

Ambos son parte fundamental del éxito del club serón esta temporada. Espinar, ligeramente mayor con 26 años y natural de la localidad sevillana de Lora del Río, aterrizó procedente del Arroyo, donde siempre será recordado por el gol de la permanencia. Le llaman 'Espigol', aunque para Julio Cobos es un futbolista que va más allá de ser solo un finalizador. Su poderoso juego de espalda a portería y su colocación para dar el último pase le permiten ser un 9 que puede camuflarse fácilmente de mediapunta.

Más joven es Carlos Fernández, quien con 24 años ha roto con todo su potencial esta temporada. Natural de la localidad jiennense de Úbeda, llegó en verano procedente del Córdoba B, donde apenas rascó bola. En Villanueva se ha desmelenado. Potente, rápido, versátil y sobre todo, un excelente cabeceador. El 80% de sus tantos de este año han llegado con la testa y sus poderosos saltos recuerdan al mismísimo Santillana.

El extremo Salvi, quien ya destacó mucho la temporada pasada en el Atlético Sanluqueño, es otro de los puntales del equipo de Cobos, quien recupera para venir a Cartagena a José Ángel y Curro, sus dos centrocampistas titulares durante casi todo el curso liguero.

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