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Un inicio solo para la reivindicación

Los 22 futbolistas que salten al césped del Cartagonova el domingo dedicarán los primeros segundos del partido a exigir una solución a sus impagos

Francisco J. Moya

Viernes, 27 de marzo 2015, 00:05

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Este domingo en el Cartagonova, cuando el árbitro valenciano Gil Coscolla decrete el inicio del encuentro que enfrentará a Cartagena y Lucena, se vivirá una situación muy curiosa, nunca antes vista en el recinto de Benipila y posiblemente tampoco en ningún otro campo del fútbol español. Ninguno de los dos equipos querrá jugar y la pelota quedará en el centro del campo, sin que los 22 futbolistas que haya sobre el césped vayan a buscarla. Tran triste como real. Ellos estarán reivindicando sus derechos de distintas maneras. Es ya lo único que les queda, tras asumir ambas plantillas que lo tienen muy crudo para volver a ver un euro antes de que acabe la temporada. Quieren que la imagen de dos equipos abandonados a su suerte por sus respectivos dirigentes (Javier Martínez y Javier Marco aquí; y Javier Martí en Lucena) dé la vuelta a España.

Porque los futbolistas de Cartagena y Lucena, que pelearán durante 89 minutos y medio por tres puntos que son oro puro, dedicarán los primeros 30 segundos del partido a volver a decirle al mundo que las están pasando canutas y que necesitan una solución -al menos parcial- a los impagos que están sufriendo desde hace más de tres meses en ambos casos. Los futbolistas del Lucena llevan tres semanas arrodillándose cuando el árbitro de turno pita el inicio del encuentro. Los del Cartagena, en su último partido en casa ante El Palo, se abrazaron en el centro del campo y dieron la espalda al palco, donde estaba sentado el presidente Javier Marco, junto al edil de Deportes, Diego Ortega.

De cara al encuentro de este domingo (Cartagonova, 12.00 horas), es muy posible incluso que los futbolistas de ambos equipos acuerden algún gesto común y su protesta sea conjunta. Hay que recordar que los capitanes de ambos equipos (Jorge Luque y Antonio Sarmiento) son paisanos y amigos, ya que el ahora futbolista del Cartagena estuvo varios meses entrenándose cada día con el Lucena. Fue entre septiembre y diciembre de 2012, tras desvincularse del Elche y antes de fichar por el Cádiz. Además, futbolistas albinegros como Germán, Gato y Limones vistieron en temporadas anteriores la camiseta del conjunto cordobés.

¿Arrodillarse o no?

En principio, los futbolistas del Cartagena no quieren arrodillarse, al entender que eso podría ser entendido por la gente como un gesto de rendición y de que claudican finalmente. No tiene por qué. De hecho, desde que se arrodillan en el primer minuto para pedir soluciones a sus problemas económicos, los futbolistas del Lucena han encadenado su mejor racha de los últimos meses (7 de 9) y han salido de la zona de descenso. En cualquier caso, parece que será el propio domingo, antes de saltar al terreno de juego, cuando los futbolistas de ambos equipos decidan cómo protestar.

En Lucena están tan desesperados como en Cartagena. Allí han puesto en marcha una segunda campaña de abonos (a 25 euros y que han sido despachados por los propios futbolistas en el centro de la localidad), y han logrado vender ya unos 300 carnés. De este modo, cada integrante del vestuario del Lucena-futbolistas, técnicos, auxiliares y administrativos- ha obtenido una cantidad cercana a los 200 euros, un dinero que se va a dedicar a «pagar alquileres, afrontar los gastos de la gasolina para los entrenamientos y llenar frigoríficos», según contó ayer el capitán Antonio Sarmiento en el diario 'Lucena Hoy'.

Finalmente, la expedición lucentinista partirá hacia Cartagena mañana sábado, a las 14.30 horas, y el club se encargará de sufragar el desplazamiento en autocar y la noche de hotel. En principio, la idea era salir a las cuatro de la madrugada. Asimismo, durante esta semana, el Lucena ha eliminado las deudas correspondientes a los cuatros recibos arbitrales impagados, correspondientes a los últimos cuatro encuentros jugados en el Ciudad de Lucena.

La realidad que viven ambos clubes es casi idéntica. Y similares han sido las mentiras sobre las que han sustentado sus respectivos proyectos desde el pasado verano tanto Javier Martínez y Javier Marco en Cartagena, como Javier Martí y Eduardo Bouzón en Lucena. Y es que la Segunda B se ha convertido en un enorme agujero negro del fútbol nacional, donde nadie es capaz de poner coto a la aparición de presuntos inversores que luego no lo son y que acaban engañando a todo aquel que se pone por delante.

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