Sporto provoca otro terremoto

Ocurre que el jueves por la noche, con la decisión ya tomada, Marco avisó a Palomeque de que había contratado a Juanma Barroso, un director deportivo de 36 años, nacido en Madrid, que en las últimas temporadas pasó por Arroyo, Toledo, Burgos y Prat. Estos dos últimos equipos acabaron bajando a Tercera. Se da la circunstancia de que Barroso ha tenido una traumática salida de casi todos los clubes en los que ha estado. No obstante, el joven abogado valenciano pensó que fichar a un director deportivo que le ayudara en el día a día supondría un golpe de efecto entre la afición y sería un estímulo para la plantilla. Pinchó en hueso.

Palomeque le dejó muy claro a Marco que lo último que el equipo necesita ahora es un director deportivo. El club tiene un mánager general (Julio Ribas), quien se apoya a diario en Daniel Golpe. Y un cuerpo técnico muy numeroso (posiblemente, demasiado extenso), formado por Palomeque, Popi, Cáceres, Cuesta, Yepes, Madrid y Simón Ruiz. Sobran técnicos y falta dinero. Los que sus futbolistas necesitan urgentemente -recordó Palomeque a su presidente- es cobrar al menos una de las dos nóminas que les deben. Pronto serán tres. Y encontrar garantías de cobro de cara al tramo final y determinante de la temporada. Solo así llegará la necesaria estabilidad.

Fichaje innecesario

Hay cosas que son tan evidentes que ni siquiera haría falta explicarlas. La llegada de Barroso no tenía ningún sentido, ya que un director deportivo nada puede hacer cuando quedan doce jornadas para que termine la Liga, en un club como el Cartagena que no puede fichar, que tiene los derechos federativos suspendidos, que no paga a sus futbolistas y que no puede preparar la próxima campaña porque todo tendrá que cambiar aquí a partir del 1 de julio. Hay más. Los futbolistas, cuando se enteraron de que el club había contratado a un director deportivo, alucinaron. ¿No tienen dinero para pagarnos y engordan la nómina con otro sueldo para un puesto que ya está cubierto?, se preguntaron. «Barroso trabajará gratis», alegó Marco. Y, a renglón seguido, el recién llegado Barroso perdió cualquier tipo de credibilidad o ascendencia que pudiera tener en un futuro sobre la plantilla albinegra.

Por si las cosas no estaban claras, Palomeque las aclaró ayer un poco más en la sala de prensa. «Esto es surrealista. ¿Vosotros pensáis que lo que necesitamos ahora es un director deportivo? Por favor. Vamos a ser serios. Los futbolistas lo han leído y hoy [por ayer] hablaban del tema en el vestuario, sin entender nada. No es el momento de esto. Vamos a proponer soluciones reales de una vez. Si viene alguien con un millón de euros, yo me iré a mi casa de El Algar y estaré encantado de dejar paso al que venga, de entrenador, de director deportivo o de lo que sea. Pero este no es el caso. Yo soy muy claro. ¿Para qué viene? ¿Para el futuro? ¿Qué futuro? Si nuestro único futuro es lo que ocurra este domingo... Creo que esto no sirve. Es algo surrealista», afirmó el entrenador del Cartagena.

«¿Para qué queremos a un director deportivo? ¿Para el 'playoff'? ¿Es que se puede fichar? Esta historia no sirve para mantener la estabilidad y no es una cosa coherente. No es el momento de que aparezca ahora esta historia. Por supuesto que un colaborador u otra persona que venga con dinero, claro que es bienvenido. Pero no es el caso. Me gusta ser así de claro y se lo manifesté ayer [por el jueves] al presidente.Y por eso lo digo aquí hoy [por ayer], públicamente», añadió el técnico algareño. Tras la comparecencia de Palomeque, Marco rectificó y, en un comunicado publicado en la web y firmado por él mismo, aseguró que Barroso es su «amigo» y que le «asesorará desinteresadamente» a partir de ahora.