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Sporto Gol Man 2015

El proyecto finalizará cinco años antes de lo previsto. «Ni el aficionado más pesimista podía pensar que este camino iba a ser tan corto»

Francisco J. Moya

Miércoles, 28 de enero 2015, 00:38

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Se acabó. El surrealista proyecto de Sporto Gol Man 2020 finalizará en este 2015, cinco años antes de lo previsto. Será ahora, esta semana. O más adelante, en las próximas. Como mucho, llegará a junio. Visto y no visto. La verdad es que, desde el primer día, nadie daba un duro porque esta aventura llegara a su destino final: el año 2020. Pero ni el aficionado más pesimista podía pensar que este camino iba a ser tan corto. No obstante, analizados los diez meses de tortuoso recorrido que han protagonizado Martínez, Marco y Manzano, uno se da cuenta de que tal sucesión de errores, líos y mentiras solo nos podía llevar a un sitio: a la ruina más absoluta.

La realidad es que arruinado ya estaba el club cuando ellos llegaron. Lo dejó al borde de la desaparición su anterior propietario, un Paco Gómez que nos subió en su noria y nos enseñó el cielo, para luego arrastranos hacia el infierno. Dejó el listón muy bajo. Pero el verdadero drama es que la conexión uruguayo-valenciano tejida desde la sombra por Florentino Manzano está 'haciendo internacional' al pésimo Paco Gómez, cuya gestión (y la de sus colaboradores) fue absolutamente temeraria a raíz del 'no ascenso' a Primera de 2010.

Pero es que esto no ha terminado. Queda poco. Pero queda algo. Y el esperpento va a más. Los responsables de Sporto van camino de 'hacer bueno' a Luis Oliver. Y eso ya es trágico. No hay agua ni vendas en el vestuario. No se puede pagar al árbitro, no se paga el alquiler de los pisos y lo peor es que los pocos empleados que quedan en el club ni siquiera saben a quién dirigirse para resolver todos estos problemas.

Esto se ha terminado. Lo único que Martínez, Marco y Manzano pueden hacer a estas alturas, por el bien común al que tanto aluden los tres, es marcharse y dejar el club en manos de sus 4.300 abonados, los únicos que tienen legitimidad para buscar inversores que eviten un desenlace fatal.

Los tres, especialmente Manzano, se están moviendo a la desesperada para encontrar el dinero que les pemita llegar con vida al mes de junio. El problema es que nadie se quiere subir a este barco mientras siga gobernado por ellos. Ya no tienen credibilidad.

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