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Prosi es agarrado por un rival, en el partido de ayer.
Chus Hevia, Migue García, Prosi y Limones se quieren marchar

Chus Hevia, Migue García, Prosi y Limones se quieren marchar

Luque dice que la «directiva no tiene credibilidad ninguna» y Arcas confiesa que «he visto llorar a padres de familia en el vestuario»

Francisco J. Moya

Domingo, 25 de enero 2015, 23:43

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La situación del Cartagena es absolutamente crítica. La marcha de Neira, consentida el pasado viernes por el club a pesar de que Palomeque no quería que el cántabro se fuera porque se queda con solo dos centrales en la plantilla para afrontar toda la segunda vuelta, es solo la punta del iceberg. Hay otros seis futbolistas del Cartagena que han manifestado en el vestuario su intención de marcharse ya mismo, esta semana, a no ser que Sporto Gol Man cumpla de una vez con sus promesas y pague las dos nóminas que hay pendientes, la de noviembre y la de diciembre.

El meta Limones, el medio Prosi y los atacantes Migue García y Chus Hevia están en esa lista de jugadores que no pueden aguantar más en Cartagena sin cobrar, y que desean salir de aquí antes de que se cierre el mercado de invierno, algo que sucederá el próximo sábado. El club se opondrá a que estos importantes futbolistas salgan, pero la realidad es que el 1 de febrero, si no han cobrado, podrían obtener la baja. Es más, hay algunos dispuestos a pasarse hasta junio sin equipo. Es tal el hartazgo que existe en el vestuario con Manzano, Martínez y Marco que hay futbolistas que quieren denunciar públicamente su situación antes del partido del domingo ante La Hoya (Cartagonova, 17.00 horas).

Las palabras pronunciadas ayer en Murcia por el capitán, Jorge Luque, son bastante aclaratorias. «Ahora mismo, la directiva no tiene ninguna credibilidad. La única solución es que nos paguen ya. El problema es el mismo de los últimos meses. Y es que ni siquiera sabemos a quién dirigirnos. No sabemos a quién hay que pedirle las explicaciones», se quejó el cordobés, un tipo que habitualmente es comedido.

Por su parte, el aguileño Ramón Arcas contó que «he visto llorar a padres de familia en el vestuario, por cómo nos ha tratado el árbitro en el partido [ante el UCAM] y por la sensación de impotencia que hay ante lo que nos está sucediendo».

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