«Soy culpable de que el equipo no esté en Tercera»

Sin embargo, Ribas también quiso dejar claro un asunto de extrema importancia para intentar entender el papel de cada uno de los responsables del proyecto de Sporto. ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?. Ribas explicó cómo llega Sofinvestal proyecto. «Soy el culpable de que el Cartagena no esté en Tercera. El otro día habló Florentino y lo hizo muy bien, pero hay un pequeño detalle. No vino Sofinvest a ayudar a Sporto y al Cartagena. Yo traje a Sonfinvest. ¿Está claro?. Florentino, Javier Martínez y Golpe me llamaron y me dijeron que estaban en una situación muy mala y que el club se iba a Tercera. Son empresas amigas mías que siempre me han apuntalado, que ya tenían casi para firmar un proyecto en Uruguay y otro en Italia, les convencí y les traje porque creo que es una ciudad maravillosa y un equipo excepciona. Fue así. No es que vino Sofinvest y me puso a mí. Yo les traje. Julio Ribas. Soy culpable de todo y también de eso» dijo gritando de forma llamativa. No serían las únicas palabras vehementes en algo más de una hora.

No obstante y aunque Ribas quiso zanjar ayer las dudas, es complicado cuando las posturas no coinciden. Días atrás fue Javier Martínez el que explicó la llegada de Ribas y de Sofinvest. «Sofinvest llega para poner en marcha un proyecto de cantera de cuatro años y nos pide la contratación de Ribas. Lo vimos bien y lo fichamos como mánager general, un puesto que está por encima del de entrenador», señaló Martínez el 30 de noviembre. Tampoco él había explicado ese capítulo hasta ayer. Sus motivos tendría.

Fue sorpresa la comparecencia, pero había expectación por saber el motivo de su silencio tras la resolución favorable del TAD a las alegaciones albinegras. Ayer se sentó especialmente para explicar esa situación que le ha hecho sentirse humillado a nivel internacional. Ribas reapareció explicando que la relación con los medios había sido fluida hasta que llegó el anuncio de que podía haber sanción. Sin embargo, en aquel periodo tampoco concedió ninguna entrevista.

Ahora puede vuelve a hablar. Hasta ahora no le dejaban. Asegura que no se escondía. «Entre las charlas que tuve con los responsables de los entrenadores en Madrid me dijeron que la denuncia venía porque supuestamente yo era el entrenador y Simón prestaba el título. Me dijeron que era importante para la decisión final que yo no tuviera exposición pública. Me dijeron que tuviera cuidado con mi asistencia a los entrenamientos y que si me exponía lo único que iba a hacer era agravar el problema» explicó Ribas.

Permiso de residencia

También le recomendaron no hacer apariciones públicas mientras duraban los trámites para conseguir los permisos de residencia y trabajo en España. «A nivel de extranjería ocurrió lo mismo por la notoriedad pública que alcanzó el tema. Me aconsejaron que mientras estudiaban mi caso tampoco me expusiera para no perjudicar el tiempo en el que tomaran la decisión. Tuve que viajar a Uruguay, porque el proceso se finaliza en el consulado español en Uruguay» comentó el mánager general.

Ribas quiso contar el proceso que terminó con la no sanción por parte del TAD y del papel de la prensa de Cartagena en su sanción y en su absolución. «No es un criterio mío. Ni lo critico, ni lo echo en cara. Lo dice la acusación en el folio del tribunal. Primero nos castigan con 3 meses de suspensión y luego el TAD anula al no encontrar pruebas. Indicios de prensa dice la carátula. El castigo viene por indicios de prensa y no de Extremadura, Galicia o Madrid. Es la nuestra. Es decir, para decidir suspender a dos personas que viven del fútbol los compañeros míos se basan en indicios de prensa. Se nutrieron de la prensa de Cartagena para suspendernos. Mis abogados y los del club recogieron los indicios de prensa durante cincuenta días, porque ese fue el motivo por el nos suspendieron y gracias a Dios esos indicios que nos llevaron a la denuncia nos salvaron, porque el 90% carecían de veracidad y los otros eran ciertos a mitad. El 50% no es la verdad. Lo mismo que nos condenó nos liberó porque el TAD no encontró sustento». Dicho eso, Ribas explicó que no comparte la decisión que tomaron para sancionarle y explica cuál es el problema por el que no puede sentarse en el banquillo y que intenta solventar.

«Mi caso es diferente. No era problema de titulación. Para entrenar en Primera hay que tener tres años como director técnico profesional en el país que sea y yo tengo 23 años. En Segunda B no puede dirigir un entrenador extranjero, por una reglamentación reciente, para proteger el trabajo de los españoles. La única forma es teniendo el UEFA Pro, que lo tengo desde el año 2004. Cambia en 2010 y se dan por tres años y para volver a tenerlo hay que cumplir 15 horas en otro término de otros tres años. Pedí que me dieran la oportunidad de hacerlo, pero me dijeron que más adelante. Acepto su decisión, pero no la comprendo». Pide respeto para respetar, porque se ha sentido humillado. «Mi imagen fue pisoteada y gracias a Dios la justicia nos dio la razón. Los míos han sufrido mucho. En mi país se preguntaban como se hacía eso a un entrenador con los mismos títulos que el Real Madrid». Pide unidad y mejor ambiente para quienes defienden al Cartagena, con errores y aciertos, y no se rinde. Quiere seguir con su proyecto y volver al banquillo en el futuro. De momento no puede por la falta de esa licencia que llevó a Simón al banquillo.