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Lusarreta se ejercita en solitario durante un entrenamiento, en mayo de 2008.
Lusarreta se confunde
HISTORIAS EN BLANCO Y NEGRO

Lusarreta se confunde

El excentral del Efesé, con gafas de sol y gorro polar, armó el 'taco' una noche en el campamento festero, pero no fue sancionado por el club

Francisco J. Moya

Domingo, 28 de septiembre 2014, 22:42

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Era septiembre de 2007. Jueves por la noche. Víspera de festivo, ya que al día siguiente las fiestas de Carthagineses y Romanos celebraban su jornada grande. Esa noche, la plantilla y los técnicos del Cartagena, dirigidos entonces por Fran Alcoy, se fueron de cena para hacer piña. El equipo venía de sacar un punto en Granada, pero era séptimo en la Liga y había sido eliminado de la Copa del Rey a las primeras de cambio por el Pontevedra. Tras esa cena, muchos futbolistas se marchan a casa, a descansar. Es medianoche. El domingo venía el Lorca de Miguel Álvarez al Cartagonova. Pero un nutrido grupo de jugadores, entre los que están, entre otros, Molist, Caballero, Cabrejo, David Charcos, Carmona y Lusarreta, acuden al campamento festero a tomar algo.

En el grupo, da la nota el defensa navarro Lusarreta, un notable central zurdo que el año anterior había llegado procedente del Oviedo, con una importante fama de juerguista e indisciplinado. A Lusarreta, que ya tiene 31 años y ha jugado antes en Segunda A con Lleida, Eibar y Nástic, le han contado algunas cosas sobre romanos y carthagineses, pero parece que él no ha entendido demasiado bien en qué consisten las fiestas y qué es ir vestido de época al campamento de Benipila. El navarro acude disfrazado, con unas gafas de sol gigantes y un gorro polar, como de alpinista. Si lo que quería era pasar desapercibido, se equivoca completamente. Sus compañeros, poco a poco, al ver cómo Lusarreta es centro de todas las miradas en un campamento que está hasta la bandera, lo van abandonando y desfilan poco a poco de las casetas del recinto festero.

Pero Lusarreta está entregado a la fiesta. La madrugada avanza y el 'taco' que arma es considerable. Él ya era bastante conocido entre la afición albinegra, ya que acababa de comenzar su segunda temporada en el club. En su primer año, había estado comedido en sus frecuentes salidas nocturnas, aunque ya se había ganado alguna reprimenda de los entrenadores de la campaña 2006-07, David Amaral y José Luis Montes, por trasnochar demasiado y acudir a los entrenamientos en algunas ocasiones con síntomas de embriaguez. Finalmente, a altas horas de la madrugada, un compañero convence a Lusarreta para sacarlo del campamento.

A la grada

Alcoy se entera a la mañana siguiente, en el entrenamiento, de lo que ha sucedido la noche anterior. No hace falta que le cuenten muchos detalles. Solo con ver al futbolista entrenarse, ya sabe qué ha estado haciendo durante toda la noche. Lo castiga y Lusarreta se queda fuera de la convocatoria para el partido ante el Lorca, saldado con triunfo del Efesé por 3-1. El club explica que Lusarreta, titular fijo en el centro de la zaga junto a Orlando, está lesionado y, por eso, no puede jugar. Su hueco ante el Lorca lo ocupa David Charcos. No obstante, Lusarreta evita una sanción económica y el domingo siguiente (bochornosa derrota en Mazarrón) vuelve a ser titular. Alcoy será finalmente destituido y Pichi Lucas tomaría el relevo en el banquillo albinegro.

Nadie controla a Lusarreta, quien al final acaba descontrolado. La temporada avanza y él sigue saliendo. Meses más tarde, en una entrevista a 'La Verdad', su compañero Carlos Carmona llega a decir que el «problema de Lusarreta es que, cuando sale de fiesta, se le nota mucho». El lunes 28 de enero, ya en 2008, y con el equipo intentando escalar posiciones para alcanzar un 'playoff' de ascenso que finalmente no jugó, Lusarreta empotra su coche contra un turismo que estaba aparcado junto a la antigua Lonja.

A eso de las once de la noche, una patrulla de la Policía Local de Cartagena fue avisada por los vecinos de un bloque de viviendas situado en la confluencia de las calles Ramón y Cajal y Ángel Bruna, junto al aparcamiento subterráneo de la Lonja. Alertaban de que un coche acababa de empotrarse contra otro que estaba aparcado frente al número 5 de Ángel Bruna.

Da positivo

El conductor era Pablo Lusarreta, quien más tarde fue sometido por los agentes a un control de alcoholemia. El central albinegro dio positivo. Presentó una tasa de 0,80 mg/l, superior a la permitida (0,25). Lusarreta no trató de eludir el trámite, colaboró con los policías y admitió su culpa en el accidente. Aclaró que acababa de salir de cenar del restaurante 'El Pincho de Castilla', situado a escasos cien metros del lugar del accidente, y que había perdido el control de su vehículo. El choque tuvo lugar nada más salir el vehículo que conducía Lusarreta del parking subterráneo.

El jugador cartagenerista, que iba acompañado de su mujer y de su compañero Roberto Rodríguez, se enfrentó a una posible denuncia administrativa: tres puntos en el carnet, hasta ocho meses de retirada del permiso de conducción y hasta 600 euros de multa. El futbolista tuvo que acudir hasta las dependencias del Parque de Seguridad, en la Media Legua, donde estuvo retenido hasta bien entrada la madrugada. Fue entonces cuando los agentes consideraron que era el momento de dejar marchar a Lusarreta, quien ya había tenido algún problema importante en su etapa en el Oviedo, debido a sus salidas nocturnas.

En esta ocasión, el defensa navarro no pudo esquivar una importante sanción económica. El club le impuso una multa, aunque valoró su arrepentimiento público y la cuantía no fue demasiado elevada. Lusarreta no fue renovado en junio y se pasó todo el verano de 2008 buscando equipo. No lo encontró y, a primeros de septiembre, se vio obligado a aceptar una oferta del Novelda, de Tercera División. Allí solo duró una temporada.

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