ALGO MEJOR

Alguien debería recordarle a Javier Marco, Florentino Manzano -o a quien corresponda-, que Julio César Ribas fue presentado desde el momento uno como mánager general del FC Cartagena, no como entrenador del equipo. Y que, por lo tanto, puede salir a hablar ante los medios cuando y como le venga en gana, sin exponerse a ningún peligro ni a ningún tipo de sanción por parte de la RFEF. Ese miedo que sí tienen en la directiva albinegra es absurdo. Y ese miedo es el que nos quieren vender para justificar las injustificables ausencias de Ribas en la sala de prensa. Ya no es que se le falte al respeto a los informadores que cubren el día a día del club. Es que se le está faltando al respeto a los más de cuatro mil abonados del Efesé.

Hablando de Simón. Un Simón Ruiz que 'nos vendieron' como sustituto de Perico Arango para hacer las funciones de delegado cuando desde Sporto sabían perfectamente a qué venía Simón. Y no era a otra cosa que a ponerle el carné a Ribas porque el uruguayo no puede sentarse en el banquillo a «corto plazo», un término éste último que parece haber desaparecido del diccionario de Sporto Gol Man 2020.

Marco y Martínez no se han cansado de repetir desde que llegaron que este es un proyecto a medio y largo plazo. Me parece bien que a nivel institucional, a nivel empresarial, o como lo quieran ustedes llamar, se trabaje a medio y largo plazo. Pero en lo deportivo, no. En lo deportivo, a medio plazo, puede que veamos el objetivo de llegar al 'playoff' de ascenso demasiado lejos. Y a largo plazo, quizá sea demasiado tarde y nos toque luchar por otra cosa, y no me refiero precisamente al 'playoff'. En ese aspecto estoy tranquilo. El nivel de la Segunda B es tan paupérrimo que el FC Cartagena no corre ningún peligro de descenso. No se asusten.

Sí que es verdad que en lo deportivo alguno empieza a estar preocupado, pero todavía hay margen de mejora. Mucho margen. El pasado domingo hubo quien hasta salió contento del Cartagonova con el empate y la imagen ofrecida. El comentario más oído en los aledaños después del encuentro fue: «Bueno un poco mejor, ¿no?» Pues sí, para que nos vamos a engañar. Para lo que vimos contra el Marbella y lo vivido en la bochornosa noche copera ante el UCAM Murcia del pasado miércoles, la verdad es que sí. Algo mejor, sí.

Personalmente, me gustaría en un par de jornadas o tres saber a qué juega este equipo. Cuál es el plan B si no funciona el plan A. Pero claro, para eso hay que tener primero un plan A. Por cierto. Me llamó la atención un detalle en la zona de palco el pasado domingo. En la primera parte no cabía un alfiler. Lleno hasta la bandera. Sin embargo, en la segunda mitad estuvo medio vacío. O los invitados abandonaron en masa al descanso o simplemente vinieron a picar algo y a darse una vuelta.