Hacienda exige garantías

En opinión de Javier Marco, lo que ayer presentó el Cartagena «es algo mucho más real y trabajado» que las propuestas que hicieron anteriores dirigentes del club albinegro. «Hemos esperado a que terminara la Liga, para saber si íbamos a competir en Segunda A o en Segunda B. Hemos dejado pasar unas semanas para 'peinar' todos los aspectos y no dejar ni un solo cabo suelto. Y hemos presentado una muy buena propuesta, de las mejores que podíamos preparar en una situación como la que tenemos en estos momentos. No es Murcia quién decide si la acepta o no. La decisión la tomará Madrid [la Agencia Estatal de la Administración Tributaria], al tratarse de una deuda de una cuantía tan elevada [3,1 millones]. Hemos pedido a Hacienda que nos conteste antes del inicio de la Liga, pero no se ponen ningún plazo para ello», contó ayer a este periódico el presidente del consejo de administración del FC Cartagena.

Lo que propone el club es pagar ya mismo al contado una pequeña cantidad -inferior a los 50.000 euros-, correspondiente a las últimas retenciones impagadas. Sería una muestra de buena voluntad, como la que ya tuvo la entidad el pasado 30 de enero, cuando entregó más de 60.000 euros al fisco por el IVA del primer trimestre del año. Tras dos años sin recibir nada del FC Cartagena, a Hacienda aquello le pareció insuficiente y no aceptó la propuesta que entonces presentó el club.

Porcentajes de todo

En segundo lugar, lo que Marco y Martínez plantean a Hacienda es ir pagando esa deuda poco a poco -en varios años- con porcentajes del dinero que vaya entrando en las arcas del club, en concepto de taquillas, patrocinios, campaña de abonados, jornadas económicas y, por ejemplo, una hipotética recaudación importante si el equipo llega a la cuarta ronda de la Copa del Rey y vuelve a enfrentarse con un rival de Primera División. En este punto, el club tiene un grave problema de credibilidad con Hacienda, ya que el pasado mes de diciembre se ingresaron 454.000 euros en taquilla ante el Barça y la Agencia Tributaria no vio ni un céntimo de ese dinero. Los responsables provinciales de Hacienda tienen ese reciente incumplimiento grabado a fuego en sus mentes.

El caso es que el futuro del club pasa porque Hacienda le conceda una nueva moratoria -ya se aplazaron 495.000 euros de deuda hace dos veranos- y que el Cartagena obtenga por fin un certificado de la Agencia Tributaria en el que se demuestre que está al corriente de pagos o que, al menos, tiene un acuerdo cerrado con Hacienda para ir pagando poco a poco. Con ese papel, el club podrá volver a cobrar la subvención de 100.000 euros que le quiere dar la Concejalía de Deportes. Y además se levantará el embargo de créditos que pesa sobre el club desde el pasado mes de noviembre. «Es fundamental quitarnos esta losa del embargo, a la hora de activar patrocinios y negociar un montón de cosas del día a día», confiesa Marco.

Por su parte, lo que Hacienda quiere son garantías de pago. Y eso es algo que no ha tenido en los últimos años, en los que la deuda del Efesé con el fisco se ha disparado y nadie ha sabido atajar el problema. En Hacienda saben que un club de Segunda B es deficitario por naturaleza y creen que ahora mismo es imposible que el Cartagena esté en condiciones de ofrecer esas garantías. Además, la respuesta debe llegar desde Madrid, donde la orden que ha llegado del ministro Cristóbal Montoro es muy clara: «mano dura con los clubes de fútbol». La cosa está fea. «Si la pregunta es si somos optimistas o pesimistas, mi respuesta es que no somos demasiado optimistas», admite Javier Marco.