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Javier Marco posa ante la vitrina de trofeos de la sala de juntas del estadio Cartagonova. ::
«Ningún club de Segunda B es rentable, pero no podemos perder 400.000 euros al año»
ENTREVISTA

«Ningún club de Segunda B es rentable, pero no podemos perder 400.000 euros al año»

presidente del Fútbol Club Cartagena

Francisco J. Moya

Sábado, 5 de julio 2014, 22:28

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Javier Marco Verdejo (Valencia, 1986) es el cuarto presidente que el FC Cartagena tiene en el último año, un fiel reflejo de la inestabilidad que reina en los últimos tiempos en el primer club deportivo del municipio. Pase lo que pase a partir de ahora, este abogado y politólogo valenciano siempre podrá decir que su nombre está en la historia del fútbol local, ya que se ha convertido en el presidente más joven en la historia del club. A sus 28 años, asegura que el fútbol es su vida -también ama la tauromaquia- y que no piensa «manchar» su trayectoria saliendo mal de aquí. Al contrario, Marco quiere hacerse un nombre en el complicado mundillo del fútbol y, para ello, sabe que el primer paso será llevar a cabo una buena gestión en el FC Cartagena y devolverlo a la élite. Está convencido de que las cosas irán bien.

¿Cuándo supo que usted iba a ser presidente y quién lo decidió?

Todo surge el 14 de marzo, cuando Sporto Gol Man compra el club. Yo vengo a Cartagena por vez primera el 20 de marzo, porque me lo pide Javier Martínez, que es compañero mío de despacho y es la persona que tiene en su poder el 100% de las acciones de la SAD. El previo ya lo conocía, porque en nuestro bufete de Valencia llevamos toda la parte jurídica y fiscal del proceso de compraventa. Y la misión que me encomienda Javier [Martínez] cuando llegamos a Cartagena es que vaya analizando el club. Me dice que en esos tres meses no vamos a aplicar ningún cambio y que todo va a seguir igual. Yo lo que hice en esos tres meses fue observar cuál era el funcionamiento y la dinámica del día a día. Estuve mirando todo el rato.

¿Qué vio?

Estuve estudiando el club, viendo qué era el Cartagena y qué podía llegar a ser. Y cuando acabó la temporada, con una fotografía justa de lo que era el club, hice una especie de informe con mis conclusiones. Cada semana fui informando a Javier [Martínez] de mis impresiones y le fui aportando mis soluciones. Cuando nos eliminó el Avilés, dimos el paso de meternos a fondo y poner en marcha nuestro propio proyecto. Él me propuso para formar parte del consejo de administración. En principio, yo solo iba a ser consejero. Pero él me transmitió que necesitaba una persona de su confianza y quiso que yo fuera presidente. Yo vivo por y para el fútbol. Las mejores sensaciones que tengo en esta vida son las del olor a césped. Y, por eso, hace un mes acepté el reto de ser presidente.

Fue usted una promesa del fútbol valenciano y llegó a ser internacional sub 17, pero no pudo llegar a la élite. ¿Esto es consecuencia de aquello? Es decir, ¿intenta usted lograr en los despachos lo que no pudo conseguir en el césped?

Son cosas distintas. Desvincularse del fútbol es complicado, aunque también hay gente que termina harta. No es mi caso. Tuve la grandísima suerte de formar parte de las escuelas de fútbol del Valencia y del Villarreal. Y allí lo aprendí todo. Tuve una lesión grave y luego seguí jugando al fútbol. Pero siempre tuve claro que quería estudiar. Eso me lo inculcaron en mi familia y siempre tuve presente que estudiar era lo primero. Mis padres y mi hermana siempre me dijeron que jugar al fútbol era muy bonito, pero que había más cosas. Y que la vida es mucho más que ser futbolista. Pasé de jugar en la sub 17 con Sergio Ramos y Silva a jugar en Preferente. Pero yo estaba preparado para eso. No me afectó a nivel mental, porque lo del fútbol era solo un añadido. De hecho, me dejé el fútbol a un nivel alto para estudiar. La disciplina del Derecho Deportivo es relativamente virgen y, por eso, siempre tuve esa visión de que en un momento dado llegaría el momento de regresar al mundo del fútbol, en otro ámbito. Y ese momento ha llegado ya.

Ha llegado pronto, a los 28 años...

Estuve vinculado a la candidatura olímpica de Madrid 2020, en el departamento jurídico. Mi primera incursión en el ámbito deportivo fue el de la candidatura olímpica, un proyecto precioso, aunque se perdió. Esta aventura del Cartagena sí es mi primera incursión en el fútbol, a nivel de terreno. Pero ya tengo un bagaje.

Aclaremos una duda. ¿Pertenece usted a VOX, el partido político creado por Ortega Lara?

Rotundamente, no. Coincidí en un hotel de Cartagena con Santiago Abascal [secretario general de VOX]. Fue antes de las elecciones europeas y me interesé por su programa electoral. Le deseé suerte en Twitter y se creó un malentendido. No soy de VOX. Me gusta la ciencia política, pero no me gusta la política de hoy en día.

Hablemos del Fútbol Club Cartagena. ¿Cuál es su proyecto? Cuénteme su 'hoja de ruta'.

Vengo de la mano de Javier Martínez, por mi bagaje como futbolista y por mi formación académica. Al llegar, mi primera obsesión fue cumplir con los compromisos de pago, tanto con los futbolistas como con los empleados. Una vez solucionado eso y retiradas las denuncias de la AFE, he comenzado a trabajar en el futuro. Mi 'hoja de ruta' tiene un solo objetivo: profesionalizar el club y llegar a la élite. Este club tiene un pasado y ha pasado por situaciones extrañas, raras y delicadas. Estamos en una situación económica muy grave y la prioridad ahora es controlar la deuda.

¿Qué es lo más urgente?

Mi intención ahora es estabilizar las cuentas del club y presentar una propuesta de pago creíble a Hacienda. Solo aceptarán si presentamos algo diferente a lo presentado hasta ahora. A largo plazo, preparamos un proyecto importante, con un club que estará en Segunda A y que tendrá sus propias instalaciones, una ciudad deportiva y un fútbol base. Esa es la clave para la viabilidad del Cartagena. El equipo tiene que estar en Segunda A, tiene que tiener su cantera propia y sus campos de entrenamiento propios. Y la gente me preguntará ahora; «¿si has tardado dos meses en pagar [250.000 euros], cómo estás hablando ya de hacer una ciudad deportiva? Yo lo entiendo. Pero es que nuestro trabajo es encontrar financiación y crecer poco a poco, de forma sostenida. Javier Martínez es una persona muy relacionada y tiene unos núcleos clientelares que nos ayudarán a hacer cosas muy importantes por el Cartagena. Es complicado y no lo haremos a corto plazo. Ampliar nuestra estructura será caro. Pero pensamos hacerlo.

Hablan ustedes de sostenibilidad y rentabilidad. ¿Creen que es posible gastar solo lo que se genere?

Lo que no voy a hacer es seguir perdiendo 400.000 euros anuales, como hasta ahora. Sé que ningún club de Segunda B es rentable, pero si puedo perder solo 100.000 euros al año, en vez de 400.000, lo voy a hacer.

¿Cómo se consigue eso?

Intentamos equilibrar el presupuesto y estamos renegociando todas nuestras deudas. Todavía no hemos presentado nuestra propuesta a Hacienda porque queremos que ellos nos guíen. Tenemos algo listo, pero si no hay garantías de que nos la acepten, no vamos a mover nada.

Pero hará falta dinero. Solo con la campaña de abonos no se cubre el presupuesto. Están ustedes fichando buenos jugadores de la categoría, que no son baratos. ¿Quién va a 'pagar esta fiesta'?

Tenemos parte de la inversión más que asumida. Contamos con la campaña de abonos, tenemos un plan de marketing y hemos hablado con empresas importantes que van a colaborar con el club. Nosotros sabemos lo que nos tenemos que gastar. Y sabemos cómo se va a pagar.

¿Cuál va a ser el presupuesto de esta temporada? El de la pasada estuvo en 1,1 millones de euros.

Vamos a rondar las mismas cifras del año pasado. Van a ser muy parecidas. Aproximadamente, vamos a estar en esa cantidad de gasto, aunque todavía no está cerrado.

Vamos a hablar de Florentino Manzano, el fundador del club y la persona que los ha traído a ustedes a Cartagena. Todo el mundo lo sabe ya. ¿Por qué sigue en la sombra? ¿No sería mejor que diera la cara de una vez por todas y que dejara de ocultarse?

No se ha querido ocultar su nombre. En ningún momento ha sido nuestra idea. De hecho, Florentino Manzano ha venido a las oficinas del club tres o cuatro veces . Él y Javier Martínez se conocen desde hace mucho tiempo y han tenido sus negocios a medias. Han hecho cosas juntos y Manzano es un hombre de su entera confianza. Eso es obvio. Él [Manzano] está trabajando de forma desinteresada para el FC Cartagena. Si la pregunta es si Manzano está en el Cartagena, la respuesta es que una persona que viene al club y entra en las oficinas con total normalidad, y sin ningún tipo de problemas, está en el club. Si yo tengo una duda y llamo a Florentino Manzano para que me la resuelva, es que está en el club. Y si yo me apoyo en él para tomar algunas decisiones, es que está en el club. Pero, ahora bien, Florentino Manzano no es el dueño del FC Cartagena y no tiene ninguna participación en Sporto Gol Man 2020. Eso sí, es una persona de la total confianza de Javier Martínez y va a colaborar en muchas cosas con nosotros, desde luego. Está claro que Javier [Martínez] se va a servir de Florentino [Manzano ] en todo momento.

¿Quién está fichando? ¿Florentino Manzano o usted?

Yo tengo una serie de amistades que me dan su opinión. Es gente cualificada y formada. Y luego soy yo quien asesoro en los fichajes. Florentino Manzano nos está ayudando a ponernos en contacto con algunos jugadores y entablando negociaciones. Y luego está el entrenador, que está dando su opinión en todos los fichajes. Además, nos estamos apoyando en Yepes y Simón Ruiz, que conocen muy bien el grupo cuarto, al igual que Miguel [Cuesta, preparador físico]. Ribas es el mánager general y, a nivel deportivo, colabora en todo conmigo. Todo pasa por él. Julio César Ribas tiene un potencial enorme y va a ser una persona clave en este proyecto. Está muy preparado.

¿Va a poder sentarse en el banquillo como primer entrenador?

Es una cuestión que no debería preocupar. Todo está controlado. Es un tema de reglamento y existe cierta nebulosa al respecto.

¿Pero tiene la titulación que la RFEF exige o no? En Madrid aseguran que su certificado UEFA Pro Licence está caducado.

Ribas lleva veinte años entrenando equipos de élite. Fue campeón de Liga en Uruguay con Peñarol y entrenó en Italia. Dirigió a la selección de Omán en la clasificación para el Mundial de 2010. Es un técnico con un currículo conocido y con un evidente prestigio. Tiene todos los títulos. Es verdad que ahora nos encontramos con la problemática de que un entrenador extranjero no puede entrenar en Segunda B, pero sí en Primera y en Segunda. Es una incongruencia. Te exigen tener seis jugadores profesionales, pero luego consideran la Seguda B amateur para otras cosas. Y sí que nos vamos a encontrar con esas reticencias de la RFEF. Tenemos todos los papeles necesarios, pero hay que ver qué sucede. Esté o no en el banquillo, él va a hacer lo que quiera. En un momento determinado, si no puede estar como entrenador de campo, estará en la grada dirigiendo al equipo. Y si no, pues estará en el banquillo con otra ficha. Estamos esperando a ver cómo respira la RFEF y el Comité de Entrenadores.

Ya tienen ustedes un nuevo filial, el CD Algar. ¿Por qué no han renovado el convenio con el Cartagena Fútbol Club?

Quiero dejar claro que tenemos una deuda de 35.000 euros con el Cartagena FC y la vamos a pagar. Pero no podíamos seguir asumiendo ese coste. Era una tontería renovar el convenio y que cuando llegara el mes de noviembre tuviéramos los mismos problemas otra vez, ya que no íbamos a poder pagarles.

¿Qué precios tiene usted pensado fijar para los nuevos carnés de abonado?

Van a ser muy similares a los del año pasado [entonces estuvieron entre los 100 euros del fondo alto y los 200 de la tribuna alta cubierta], ya que lo que nos manifiesta la gente es que estaba cómoda con esos precios. Y yo creo que son óptimos. Queremos lanzar la campaña para la semana del 14 de julio, aunque hay que cerrar muchas cosas aún. Buscamos llegar a todos los núcleos de población y que todo el mundo que lo desee pueda venir al Cartagonova. Vamos a proponer una campaña agresiva, tocando a mucha gente. Me gustaría que viniera mucha gente y que la afición mostrara su confianza en el proyecto de Sporto Gol Man. El objetivo es subir a Segunda A y eso se consigue con el estadio lleno. Yo estaré contento con la gente que quiera venir. Si somos dos mil, feliz con ellos. Pero seguiré trabajando luego, con más fuerzas si cabe, para llenar el campo.

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