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El cóctel albinegro

Francisco J. Moya

Miércoles, 25 de junio 2014, 23:04

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Estamos en la última semana de junio y ya solo hablamos de fútbol. De fichajes, de futuribles, de rumores, de pretemporada, de amistosos, de calendarios, de grupos y del precio de los abonos. No estamos hablando de la AFE. Ni de impagos. Ni de ventas. Ni de compras. Ni de un presidente cada día. Ni de líos internos. Ni de batallas por el poder. Bien. Se agradece. Los últimos doce meses han sido caóticos. Solo el fútbol -Tevenet y sus esforzados chicos-nos ha salvado. El FC Cartagena ha vivido en el alambre y lo sorprendente es que hoy, después de tantos terremotos, se pueda respirar. Al menos, se puede mirar al futuro con cierto optimismo.

Claro que todo está por hacer. Por supuesto que hay un largo camino por recorrer y que son muchas las dudas que todavía existen alrededor de la enigmática Sporto Gol Man 2020, la mercantil que posee el 100% de las acciones de la SAD albinegra desde hace tres meses y que ahora tiene por delante un triple reto: ilusionar a una hinchada cansada de fracasos y disgustos, cumplir con los pagos a jugadores y empleados a partir del mes de agosto y convencer a Hacienda de que la deuda de 3,1 millones va a ser asumida desde el minuto 1.

Hasta la semana pasada, cuando aparecieron los 250.000 euros que sirvieron para que la plantilla del último ejercicio retirara las denuncias ante la AFE, las dudas se fueron extendiendo día a día. La gente, cansada tras un año con demasiados vaivenes en los despachos, solo se cree lo que ve. No quiere raras promesas. Ni ruedas de prensa con poesía pero sin prosa. El personal quiere hechos.

Y las cosas que se ven ya dibujan un escenario diferente. Se intuye algo. Hay fichajes. Hay noticias positivas. Hay proyecto. El panorama empieza a cambiar. La controvertida figura de Florentino Manzano quedará en un segundo plano -como él mismo desea- si la afición comprueba que todo lo que se está preparando responde a un guión serio y profesional.

Ya dije -y repito- que, en mi opinión, Manzano merece una última oportunidad. Él es el padre de la criatura y es la persona que ha diseñado el plan para desalojar a Paco Gómez y volver a mandar en el club que él fundó hace 19 años. Él ficha y decide. Junto a Manzano, un uruguayo veterano y un valenciano novel. Es un cóctel extraño y diferente, nunca antes visto en Cartagena. El futuro está en sus manos.

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