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Paco Belmonte, en el Cartagonova. Antonio Gil / AGM
Más dinero, menos opciones

Más dinero, menos opciones

«Vamos con fuerza al mercado, pero el futbolista de Segunda no quiere bajar a Segunda B», confiesa Paco Belmonte, dueño del Cartagena

Francisco J. Moya

Cartagena

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Martes, 2 de enero 2018, 08:17

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El mercado de altas y bajas está abierto oficialmente desde ayer, aunque en el Cartagena ya llevan un par de semanas moviéndose para ganar tiempo. Paco Belmonte, dueño del club albinegro, no quiere apurar el mes de enero y pretende dejar cerrado cuanto antes un capítulo que hace ahora doce meses acabó convirtiéndose en un suplicio para él. Busca cuatro refuerzos, un medio organizador que ocupe la plaza del 'cortado' Gonzalo Poley, dos extremos versátiles (uno de ellos sub 23) y un delantero centro que compita con Aketxe y Moussa. Owusu y Pucko, del Oviedo, son los que más cerca están. Diego Benito, descartado por el Elche, también podría caer esta semana. Lo más lejano ahora mismo es la llegada de un ariete. Hay pocos y caros.

«Nuestra idea es que un par de llegadas queden cerradas antes del día 15. Y creo que podemos conseguirlo. Está siendo un mercado difícil y eso que aún queda todo el mes de enero por delante. Vamos con más dinero que en los años anteriores y aún así es complicado convencer a los futbolistas sin minutos en Segunda A. La gente que tiene contrato en la LFP es muy reacia a bajar a Segunda B, incluso los que saben que no van a tener minutos en la segunda vuelta», cuenta Belmonte a 'La Verdad'.

Y pone un ejemplo ilustrativo. «El Mallorca no va a poder fichar a ninguno de los dos jugadores de banda que quiere y tiene 600.000 euros en la caja por el fondo de compensación por el descenso. Es todo un Mallorca, va primero y pese a ello se tiene que ir a segundas opciones. Eso te da una idea de cómo está el mercado en este mes de enero», indica el dueño del Efesé.

«Nosotros este año vamos a ir al mercado con todo, con proyecto, don dinero, con ambición y con un equipo que va primero. Pero el jugador de Segunda A no quiere bajar a Segunda B. Vamos con fuerza, pero encontramos más reticencias que nunca. Esa es la realidad», insiste Belmonte, quien añade que «nos estamos esperando porque queremos nuestras primeras opciones. Tenemos un currículo detrás, la gente nos escucha y creemos que eso nos da un plus con nuestros competidores. Por eso queremos esperar a nuestras primeras opciones, aún sabiendo que eso no nos garantiza absolutamente nada».

Para Belmonte, «cada vez es más difícil fichar en Segunda B, porque hay mucho futbolista bajo de Segunda A y alto de Segunda B que prefiere irse al extranjero, lo que hace que el mercado sea más pequeño. Los buenos de Segunda B tienen cláusulas y para pagar 100.000 euros por un jugador de Segunda B lo tienes que tener clarísimo. Y los de Segunda A, como digo, son reacios a irse de la LFP. Ese es el escenario en el que nos movemos, pero creo que vamos a ser capaces de darle al entrenador las cuatro cosas que nos ha pedido», apunta Belmonte.

Sobre los que han salido ya, destaca el caso del extremo onubense Álvaro González, quien no entraba en ninguna quiniela para abandonar el club en este mercado invernal. Se ha especulado con que su marcha esté relacionada con un presunto episodio de apuestas. Belmonte, que denunció al periodista que lo insinuó, niega que esto sea así. «Hemos tomado cuatro decisiones deportivas porque necesitamos tres fichas senior y una sub 23. Y Álvaro González sale porque buscamos a un extremo más regular y más constante que él», asegura el presidente del Efesé.

Acerca de este caso, Belmonte dice que «teníamos que actuar con contundencia y zanjar cualquier duda y por eso viene la denuncia. No puede ser que dejemos pasar un tema tan grave. Imagina que lo hacemos y el primer partido en Huelva Pau Torres tiene un error flagrante o expulsan a Jesús Álvaro. Entonces, todo el mundo a especular y a hablar de apuestas sin ningún tipo de fundamento. Manolo [Sánchez Breis] y yo somos periodistas y esta decisión [el veto a la radio pública] nos duele. Pero no teníamos otra salida. No nos han dejado otra opción», reconoce Belmonte.

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